Nueva York.- La Universidad de Columbia canceló las clases presenciales el lunes, decenas de manifestantes fueron detenidos en la Universidad de Yale y el acceso a Harvard Yard fue cerrado al público, medidas con las que algunas de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos intentan reducir las tensiones en torno a la guerra de Israel con Hamás.
Estas acciones se producen después de que la policía arrestó la semana pasada a más de 100 manifestantes propalestinos que habían instalado un campamento en los jardines del campus de Columbia, mientras las escuelas pasan problemas para trazar una línea entre permitir la libertad de expresión y mantener un ambiente seguro e inclusivo.
Además de las protestas en las escuelas de la Ivy League, también han surgido campamentos de manifestantes propalestinos en otras universidades, como la de Michigan, la de Nueva York y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Las protestas han generado enfrentamientos entre estudiantes, en los que alumnos propalestinos exigen que sus escuelas expresen su rechazo a la ofensiva de Israel en Gaza y se deslinden de compañías que venden armas a Israel. En tanto, algunos estudiantes judíos aseguran que buena parte de las críticas hacia Israel se han convertido en actos de antisemitismo que los hacen sentir inseguros, y destacan que Hamás aún tiene cautivas a algunas de las personas que tomó como rehenes en su incursión del 7 de octubre en el sur de Israel.
La tensión aún era palpable el lunes en la Universidad de Columbia en la Ciudad de Nueva York, en donde las puertas del campus permanecieron cerradas para toda persona que no contara con una identificación de la institución y en donde surgieron manifestaciones dentro y fuera de las instalaciones.
La representante federal demócrata Kathy Manning, quien se encontraba de visita en Columbia junto con otros tres legisladores judíos para recorrer el campamento, dijo a la prensa después de reunirse con estudiantes de la Asociación de Estudiantes Judíos de Derecho que había un “enorme campamento de personas” que ocupaba alrededor de una tercera parte de los jardines.
“Vimos pancartas que indicaban que Israel debía ser destruido”, dijo después de salir del campus de Morningside Heights.
Una mujer dentro del campus encabezó a una veintena de manifestantes hacia la calle con consignas de “¡Desde el río hasta el mar, Palestina será libre!”, una frase que puede tener distintos significados entre diferentes grupos. Cerca de allí, una pequeña congregación realizaba una manifestación a favor de Israel.
La rectora de Columbia, Minouche Shafik, dijo el lunes en una nota dirigida a la comunidad escolar que estaba “profundamente entristecida” por lo que estaba sucediendo en el campus.
“Para reducir el encono y darnos a todos la oportunidad de considerar los próximos pasos, anuncio que todas las clases se llevarán a cabo virtualmente el lunes”, informó Shafik. Agregó que los profesores y el personal deberán trabajar de forma remota, siempre que sea posible, y que los estudiantes que no vivan en el campus deberán mantenerse alejados de las instalaciones.
Las protestas han surgido en muchos campus universitarios desde el ataque de Hamás en el sur de Israel, donde milicianos asesinaron a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a unas 250 como rehenes. En respuesta, Israel ha matado a más de 34 mil palestinos en la Franja de Gaza, según el ministerio de Salud local, cuyo conteo no distingue entre combatientes y civiles pero afirma que al menos dos terceras partes de los muertos eran mujeres y niños.
Prahlad Iyengar, estudiante de posgrado en ingeniería eléctrica en el MIT, era parte de un grupo de una veintena de estudiantes que instaló un campamento en el campus de Cambridge, Massachusetts, la noche del domingo. Los manifestantes exigen un cese del fuego y protestan por lo que describen como la complicidad del MIT con el “actual genocidio en Gaza”, puntualizó.
“El MIT ni siquiera ha pedido un cese del fuego, y desde luego que esa es una de nuestras demandas”, declaró Iyengar.
También indicó que la institución ha dado a conocer reglas confusas para las protestas.
“Estamos aquí para demostrar que nos reservamos el derecho a protestar. Es una parte esencial de vivir en un campus universitario”, añadió.