Malasia.- Veintidós miembros de un grupo empresarial islámico, incluido su director general, fueron acusados el miércoles de formar parte de un grupo de crimen organizado después de que cientos de niños, que se cree sufrieron agresiones sexuales, fueran rescatados el mes pasado de casas de acogida asociadas al grupo.
Nasiruddin Mohamad Ali, director general de Global Ikhwan Services and Business Holdings, y su esposa, Azura Mohamad Yusof, estaban entre las docenas de detenidos el mes pasado mientras las investigaciones policiales iban creciendo para incluir delitos de tráfico de personas y lavado de dinero. Las autoridades islámicas también investigaban a GISB por enseñanzas desviadas asociadas al grupo islámico prohibido Al Arqam.
Global Ikhwan fue establecida por el líder de Al Arqam, Ashaari Mohamad, y prosperó tras su muerte en 2010. El gobierno tachó al grupo como herético y lo ilegalizó en 1994.
Nasiruddin, su esposa y un hijo de Ashaari estaban entre los 22 acusados el miércoles. Los acusados no respondieron a las acusaciones en el caso, que debe trasladarse a una corte más alta, indicó el abogado defensor Rosli Kamaruddin.
“Combatirán la acusación y la desafiarán en la corte”, dijo Rosli a periodistas. El abogado dijo no estar seguro de si se presentarían más cargos. La defensa tiene previsto pedir a la fiscalía general que reconsidere sus acusaciones e impugnar su detención actual sin juicio ante un alto tribunal, añadió.
Los sospechosos enfrentan hasta 20 años de prisión si son declarados culpables.
La policía rescató el mes pasado a más de 500 niños de casas de acogida asociadas a GISB. Se cree que algunos fueron sodomizados por sus tutores, se les negó atención médica y sufrieron violencia física. El caso provocó indignación y peticiones de que se mejore la protección a los niños y la vigilancia de los centros de menores.
GISB, que tiene como objetivo fomentar un estilo de vida islámico, tiene tiendas de alimentación, panaderías, restaurantes, farmacias, propiedades y otros negocios en el extranjero. Tiene unos 5 mil empleados.
Las autoridades han congelado cuentas bancarias asociadas a la corporación. La policía ha dicho que los niños, hijos de empleados de Global Ikhwan, fueron enviados a casas de acogida desde que eran bebés y se cree que estaban adoctrinados a corta edad para ser leales al grupo y explotados para obtener donaciones del público.
Global Ikhwan acaparó atención en 2011 cuando formó un “Club de esposas obedientes” que abrió una controversia por enseñar a las mujeres a ser “buenas trabajadoras sexuales” para evitar infidelidades de sus esposos.