Bogotá.- Un juez en Colombia condenó a más de cuatro años de prisión al confeso partícipe del secuestro del padre del futbolista colombiano Luis Díaz a manos de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional en octubre de 2023, informó el jueves la fiscalía.
Luis Manuel Díaz Jiménez, padre del futbolista de la selección colombiana y el club inglés Liverpool, fue secuestrado junto a su esposa en una gasolinera de Barrancas, al norte de Colombia, por hombres armados que se transportaban en motocicletas. La madre, Cilenis Marulanda, fue liberada horas después, pero el padre permaneció 12 días en cautiverio.
Yerdinson Bolívar Bolívar, alias “Arenca”, aceptó el delito de secuestro simple imputado por la fiscalía y durante las audiencias pidió perdón a los padres del futbolista y prometió no repetir dicho delito.
Según la investigación, el 28 de octubre de 2023, Bolívar acompañó a los padres del futbolista al lugar donde hombres armados los estaban esperando para secuestrarlos. Además, la fiscalía lo señaló de haberse reunido en varias oportunidades con miembros del ELN para dar información de las rutinas y movimientos de la pareja.
Bolívar era entrenador de una escuela de fútbol que dirigía Díaz Jiménez, ubicada en el centro de Barracas, en la que se han formado decenas de niños y jóvenes que sueñan con seguir los pasos del jugador del Liverpool.
La fiscalía sostiene que Bolívar aprovechó la cercanía que tenía con los padres del reconocido futbolista para dar información clave para el secuestro.
Otras tres personas fueron capturadas por su presunto vínculo con el secuestro de Díaz Jiménez, pero aún no han sido condenadas.
Tras el secuestro y varios días de incertidumbre, el ELN aceptó que tenía en su poder a Díaz Jiménez. El jefe máximo de la guerrilla alzada en armas desde hace seis décadas, alias Antonio García, aseguró que se trató de un “error”.
El padre del futbolista fue liberado por el ELN en inmediaciones de la Serranía del Perijá, un complejo montañoso de difícil acceso limítrofe con Venezuela, tras la facilitación de una misión de las Naciones Unidas y la iglesia Católica.
“Fueron jornadas bastante difíciles porque hubo mucha cabalgata, tocó caminar demasiado, subir y bajar muchas montañas buscando la manera de que me tuvieran seguro”, relató Díaz Jiménez tras recuperar su libertad.
El hecho generó rechazo en Colombia y el gobierno exigió al ELN —con el que mantiene una mesa de negociación de paz— abandonar los secuestros. La guerrilla los suspendió durante unos meses y luego los retomó, luego de hacer requerimientos para financiar el proceso de paz.
El gobierno suspendió indefinidamente la mesa de diálogo con el ELN desde septiembre, como protesta a un ataque con explosivos contra una unidad militar en el que murieron tres soldados y más de 25 resultaron heridos.