Pensilvania.- El presidente Joe Biden y el exmandatario Donald Trump ganaron fácilmente las primarias de Pensilvania el martes y las nominaciones de sus respectivos partidos después de que sus principales adversarios abandonaron la contienda. Ambos hicieron viajes de campaña en los últimos días a un estado crucial para las elecciones generales y se tiene previsto que hagan fuerte campaña en los próximos meses en un estado que pasó de Trump en 2016 a Biden en 2020.
Sin embargo, podría haber un importante número de votos “no comprometidos” en la contienda demócrata en protesta por el manejo de Biden a la guerra entre Israel y Hamás.
En tanto, el senador demócrata Bob Casey y su adversario republicano David McCormick ganaron sus respectivas contiendas y se enfrentarán en noviembre en una batalla que podría ayudar a decidir el control del Senado federal el próximo.
Los candidatos al Senado compartirán una boleta con los aspirantes presidenciales en un estado que es crucial para decidir si los demócratas podrán mantener el control de la Casa Blanca y el Senado.
Casey es uno de los principales aliados de Biden en el Congreso.
Ambos residen en Scranton y sus historias políticas están entrelazadas. Biden, quien representó al vecino estado de Delaware en el Senado y es aficionado a los equipos deportivos de Filadelfia, ha hecho de Pensilvania su residencia política como candidato presidencial. Mucho antes de eso, Biden era conocido entre los demócratas como “el tercer senador de Pensilvania” debido a la frecuencia de sus campañas en el estado.
McCormick y Trump se han expresado apoyo mutuo, pero son una dupla un tanto extraña en la boleta republicana. Trump arremetió contra McCormick en las primarias de 2022 y logró impulsar al cardiólogo Mehmet Oz al triunfo. Y McCormick, por su parte, dijo en una reunión privada que se rehusaba a declarar a solicitud de Trump que la elección presidencial de 2020 le fue robada, una afirmación falsa a la que el expresidente aún se apega.
Los demócratas mantienen la mayoría en el Senado por el más estrecho de los márgenes, pero tendrán un complicado mapa electoral en 2024 que los obliga a defender sus escaños en estados republicanos como Montana y Ohio, y a ganar vacantes en Michigan y Virginia Occidental.
Una derrota para Casey podría garantizar que el control del Senado quede en manos de los republicanos.