Cuauhtémoc.- Ante la sequía extrema y la pérdida de producción en varios alimentos, la directora de Desarrollo Rural, Carolina Jiménez, llamó a prepararse para la escasez y el alza de los precios.

Expuso que a menos oferta en el mercado los precios se van a elevar, ya que no es un asunto solo de los productores sino también de los ciudadanos.

En un comunicado, detalló que el maíz está próximo a cosecharse sin embargo presenta enjutamiento, donde la mazorca ya no se llenó de grano de la punta hacia abajo por tres o cuatro centímetros, lo que significa un 20 o 30 por ciento de pérdida.

Indicó que esta semana visitó varias comunidades del municipio de Cuauhtémoc, donde se obtuvieron los datos históricos de precipitación y los actuales.

“Aplicamos una fórmula que es internacionalmente aceptada para determinar el índice de sequía. Hicimos una medición técnica y determinamos que hasta el mes de agosto la precipitación pluvial era de 97 milímetros y la evaporación era de más de 800 milímetros”, explicó.

Agregó que lo anterior se traduce en que el índice de sequía en Cuauhtémoc está en el 13 por ciento, es decir que solo ha llovido ese porcentaje respecto a la evapotranspiración, que es diferente de la evaporación.

“Ese índice nos coloca en una tabla internacionalmente aceptada como una sequía extrema, catastrófica, técnicamente. Las repercusiones económicas definitivamente se van sintiendo poco a poco y una idea clara la tendremos en el momento de las cosechas”, dijo.

Carolina Jiménez recordó que en la región el maíz se cosecha en el mes de noviembre y algunas veces se ha ido hasta diciembre. Sin embargo, los efectos climáticos aún en los cultivos de riego están adelantando un mes la producción este año.

“Hemos hecho ya visitas sin determinar aún el índice de cosecha, pero las plantas, las mazorcas presentan un enjutamiento, o lo que comúnmente le llaman los productores que ‘se chupa’. Es de hasta tres o cuatro centímetros en la punta, donde no se llenó el grano”, dijo.

La disminución en el rendimiento en maíz podría alcanzar el 30 por ciento, no obstante en lo que corresponde al frijol y la cebada una vez que inicien las cosechas se podrá hacer una estimación.

Para Jiménez la sequía catastrófica tendrá un impacto mayor el siguiente año, “pues ni siquiera tendremos semillas para realizar las nuevas siembras, no tenemos alimento para el ganado”.

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