Teherán.- Irán ha pausado el proceso de implementación de una nueva ley más estricta sobre el uso obligatorio del velo, o hiyab, para las mujeres, informó un funcionario iraní —una ley que muchos creen podría haber reavivado las protestas que sacudieron la República Islámica tras la muerte de Mahsa Amini en 2022.
La controvertida ley, que fue aprobada por el Parlamento en septiembre de 2023, no será enviada al gobierno como estaba planeado esta semana, según uno de los vicepresidentes del país.
La ley busca castigos más severos para las mujeres que se nieguen a usar el hiyab y para los negocios que las atiendan, penalizaciones previamente rechazadas por el presidente reformista de Irán, Masoud Pezeshkian, mientras intenta reiniciar conversaciones con Occidente sobre las sanciones impuestas a Irán por su programa nuclear.
“Según las discusiones mantenidas, se decidió que esta ley no será referida al gobierno por el Parlamento por ahora”, dijo Shahram Dabiri, el vicepresidente encargado de asuntos parlamentarios, en una entrevista este lunes con el diario reformista Ham Mihan.
La decisión de detener la legislación —al menos temporalmente— fue alcanzada por los cuerpos ejecutivos, legislativos y judiciales superiores, agregó Dabiri.
En este momento, “no es factible implementar este proyecto de ley”, añadió, sin dar más detalles.
Si la iniciativa de ley hubiera pasado al gobierno, el presidente hubiera tenido poco margen de maniobra. Por ley, está obligado a respaldar el proyecto dentro de cinco días, después de lo cual habría entrado en vigor en 15 días. El presidente no tiene autoridad para vetarla.
Pezeshkian podría intentar convencer al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, de 85 años, quien tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado, para detener el proyecto de ley.
Si la iniciativa se hubiera promulgado, Pezeshkian también podría negarse a implementarla o instar a la policía a no asegurar su cumplimiento, lo cual podría provocar una crisis constitucional que los sectores más conservadores podrían intentar explotar para debilitarlo.
El presidente había descrito anteriormente la iniciativa como un instrumento con “muchas interrogantes y ambigüedades”.
Amini murió el 16 de septiembre de 2022, después de que la policía de la moral la arrestó por supuestamente no llevar su hiyab bien colocado, según las autoridades.
Irán ha negado cualquier responsabilidad por su muerte y niega que fuera golpeada. Sin embargo, investigadores de las Naciones Unidas han concluido que Amini “fue sometida a violencia física que llevó a su muerte”, la cual atribuyeron a la policía de la moral.
La represión que siguió a la muerte de Amini dejó al menos 500 personas muertas y más de 22 mil detenidas.
Desde entonces, las mujeres iraníes en las calles han ignorado cada vez más la ley existente del hiyab, caminando en público con su cabello descubierto pese a la amenaza de arresto o acoso.