Evalúa Cataluña restricciones al uso de agua por parte de turistas
Foto: Associated Press

Barcelona.- Cataluña, una región del noreste de España asolada por la sequía, sopesa la posibilidad de imponer restricciones al uso de agua a los turistas que visiten las partes más secas de la región si no se reduce el consumo doméstico, dijo el martes el gobierno catalán.

La restricción de 100 litros (26 galones) diarios por turista en los hoteles entraría en vigor si un municipio no mantiene el uso doméstico del agua de los residentes por debajo de los límites establecidos durante tres meses consecutivos, de acuerdo con la actual “emergencia por sequía” para Cataluña, dijeron las autoridades.

En Barcelona, la segunda ciudad más grande de España y capital de la región, se utilizan 160 litros de agua por residente cada día, muy por debajo del límite actual de 200 litros, indicó la agencia catalana del agua. Esto incluye el uso para lavar y beber.

El turismo representa casi 12 por ciento de la economía española. Sin embargo, ha habido una creciente presión por parte de los grupos de conservación del agua para limitar el uso hecho por los turistas durante la sequía.

De acuerdo con el gremio hotelero de Barcelona, en 2022, el turista promedio en esa ciudad utilizaba cerca de 163 litros por día, mientras que la cifra aumentaba a más de 240 litros en los hoteles de lujo.

Los límites a los turistas no incluirían el agua utilizada para llenar las piscinas.

También el martes, el gobierno catalán relajó las restricciones que prohibían llenar las piscinas con agua potable. Según esta nueva medida, una piscina privada podía rellenarse en una sequía severa si las autoridades la declaraban como un “refugio climático” abierto a los residentes que buscaban aliviar el calor.

El gobierno regional también modificó sus restricciones de temporada de sequía para permitir el uso privado de instalaciones de desalinización, una acción que los propietarios de hoteles habían exigido.

Cataluña ha sido la región más afectada por la sequía provocada por el cambio climático, y que también ha impactado a varias partes del sur de España, aunque las lluvias primaverales han aliviado la situación. Las presas de Barcelona y áreas circundantes estaban a 15 por ciento de su capacidad, y ahora alcanzan 18 por ciento.

Aun así, Cataluña ha mantenido sus restricciones de acuerdo con la emergencia hídrica declarada en febrero para combatir la sequía, que las autoridades regionales han calificado como histórica. Esas limitaciones incluyen reducir el uso promedio del agua un 80 por ciento para el riego de cultivos, 50 por ciento para los animales de rebaño y 25 por ciento para la industria.

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