El Día Internacional del Tiburón Ballena se celebra cada 30 de agosto para concienciar sobre la importancia de proteger a esta majestuosa criatura marina, el pez más grande del mundo. Este día fue instaurado en 2008 durante la II Conferencia Internacional del Tiburón Ballena en México, donde 40 países se comprometieron a tomar medidas para su conservación. El tiburón ballena, conocido por su tamaño colosal y su comportamiento pacífico, es una especie clave en los ecosistemas marinos, ya que su papel como filtrador ayuda a mantener el equilibrio de los océanos.
A pesar de su tamaño impresionante, el tiburón ballena enfrenta numerosas amenazas que ponen en peligro su supervivencia. La pesca incidental, la contaminación marina y el cambio climático son algunos de los principales desafíos que afectan a esta especie. Además, la disminución en el número de avistamientos a nivel mundial ha generado preocupación global, lo que ha llevado a la proclamación de este día para fomentar acciones de conservación.
El tiburón ballena habita en mares tropicales y templados cálidos, prefiriendo aguas con temperaturas superficiales entre 21°C y 30°C5. Se alimenta principalmente de plancton y pequeños peces, utilizando un método de filtración único. A pesar de su tamaño y apariencia imponente, es inofensivo para los humanos y es una especie muy apreciada en el ecoturismo, especialmente en regiones como la península de Yucatán en México.
La celebración del Día Internacional del Tiburón Ballena incluye diversas actividades para promover su conservación. Se organizan campañas de concienciación, eventos educativos y jornadas de limpieza de playas para reducir la contaminación marina. Además, se fomenta el buceo responsable con tiburones ballena, estableciendo normas y regulaciones para evitar molestar a estos animales. Este día es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de proteger a estos gigantes marinos y garantizar su supervivencia para las futuras generaciones.