Tomar un baño puede ser una actividad relajante y revitalizante, pero a veces, el agua puede entrar en los oídos, lo que puede causar molestias y, en algunos casos, problemas de salud. Aunque la mayoría de las veces el agua atrapada en los oídos se drena sola sin causar daño, en ciertos casos puede llevar a infecciones u otras complicaciones.
Por ello exploraremos los peligros de que entre agua en los oídos al tomar un baño o nadar, cómo prevenirlo y qué hacer si ocurre.
¿Por qué es problemático que entre agua en los oídos?
El problema más común asociado con el agua en los oídos es la otitis externa, también conocida como "oído de nadador". Esta es una infección del canal auditivo externo causada por bacterias o, menos comúnmente, por hongos. La humedad constante crea un ambiente ideal para el crecimiento de microorganismos.
Cuando el agua queda atrapada en el oído, puede causar una sensación de plenitud o presión. Además, puede provocar una pérdida temporal de audición hasta que el agua se drene completamente.
El agua en el oído también puede causar dolor y molestias, especialmente si la piel del canal auditivo está irritada o inflamada. Eso hace que la cera del oído se hinche, lo que puede llevar a una impactación de cera, una condición en la que la cera se acumula y bloquea el canal auditivo, causando dolor, pérdida de audición y otros síntomas.
Cómo prevenir
Una forma efectiva de prevenir que entre agua en los oídos es usar tapones para los oídos impermeables mientras te bañas. Estos están diseñados para mantener el agua fuera y son especialmente útiles para personas que son propensas a infecciones del oído.
También puede evitar inclinar demasiado la cabeza hacia atrás o hacia los lados mientras te lavas el cabello. Mantener la cabeza erguida puede ayudar a reducir la cantidad de agua que entra en los oídos.
Después de bañarte, seca bien los oídos con una toalla suave. Puedes inclinar la cabeza hacia cada lado para ayudar a que el agua drene. Evita insertar objetos en los oídos, como bastoncillos de algodón, ya que pueden empujar la cera y el agua más adentro.
Usar un secador de pelo en el ajuste más bajo y a una distancia segura de los oídos puede ayudar a evaporar cualquier agua residual. Asegúrate de no dirigir el aire caliente directamente al canal auditivo.
Qué hacer si entra agua
- Inclina la cabeza hacia un lado y jala suavemente el lóbulo de la oreja para enderezar el canal auditivo y permitir que el agua drene.
- Acuéstate de lado con la oreja afectada hacia abajo para que la gravedad ayude a drenar el agua.
- Usa la palma de la mano para crear un sello hermético alrededor de la oreja. Presiona y suelta suavemente la palma para crear una succión que pueda ayudar a extraer el agua.
- Una mezcla de partes iguales de alcohol y vinagre puede ayudar a evaporar el agua y prevenir infecciones. Coloca unas gotas en el oído afectado, deja que actúe por unos minutos y luego inclina la cabeza para drenar el líquido. El alcohol ayuda a evaporar el agua, mientras que el vinagre tiene propiedades antibacterianas.
- Evitar usar hisopos de algodón.
Si el agua en el oído no se drena después de 24 a 48 horas, o si experimentas dolor severo, secreción, pérdida significativa de audición, o síntomas de infección (como enrojecimiento y hinchazón), es importante consultar a un médico. Un profesional de la salud puede evaluar el problema y proporcionar un tratamiento adecuado, que puede incluir gotas antibióticas si hay una infección.
Aunque el agua en los oídos puede ser una molestia común y generalmente inofensiva, en algunos casos puede llevar a complicaciones como infecciones y dolor. Prevenir la entrada de agua en los oídos durante el baño y tomar medidas adecuadas para drenar cualquier agua atrapada puede ayudar a evitar problemas. Mantener una buena higiene del oído y estar atento a los síntomas de infección es crucial para mantener la salud auditiva.
Si surgen complicaciones, no dudes en buscar atención médica para recibir el tratamiento adecuado.
