Consejos para cuidar tu salud en verano
Foto: Net Noticias

La temporada de calor y la combinación de humedad u otras actividades relativas al uso de regaderas, balnearios y albercas pueden favorecer las condiciones para que se presenten infecciones en la piel, principalmente en los pies. Por ello, los expertos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Chihuahua comparten con Revista Net una serie de consejos para evitar estos problemas.

Durante el verano es muy importante extremar la limpieza, ya que la falta de higiene personal puede desencadenar infecciones por la proliferación de hongos, como el pie de atleta, el cual se presenta a causa de una afección dermatológica en las extremidades inferiores.

Para mitigar los efectos del calor, la gente acude con mayor frecuencia a lugares públicos que cuentan con albercas y espacios de agua para divertirse, pero es en estos lugares donde se incrementa la posibilidad de contraer pie de atleta.

Los principales síntomas de esta infección son:

  • Mal olor.
  • Sudoración.
  • Dolor.
  • Comezón (si no se trata desde que inician las molestias) puede ocasionar escamas e incluso fisuras en la piel que llegan a sangrar.

Muy contagioso

Se recomienda a las personas no caminar descalzos en regaderas, alrededor de las albercas o en baños públicos, sino utilizar sandalias adecuadas para evitar el contagio de hongos. Asimismo, al salir del agua, ya sea de albercas o al bañarse, es necesario secar bien los pies, sobre todo entre los dedos, para evitar que la humedad permanezca.

Otra recomendación es lavar con cloro los baños de casa, por lo menos una vez a la semana, para eliminar cualquier posibilidad de que los hongos se alojen en el piso y los contraiga el resto de la familia.

El pie de atleta no es una enfermedad peligrosa, sin embargo es una afección contagiosa que puede ocasionar molestias mayores si no se atiende desde los primeros síntomas.

Si ya se presenta alguno o varios de los síntomas antes mencionados, es necesario acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de adscripción para que el médico valore y prescriba el tratamiento adecuado.

Otras afectaciones de verano

Otra de las enfermedades más frecuentes es la llamada otitis externa u oído del nadador. Se trata de una infección en el conducto auditivo externo. La causa más habitual es la acumulación de agua en el oído después de haber nadado. La humedad que se mantiene en el oído propicia el crecimiento de determinadas bacterias. Otra causa habitual es dañar el conducto auditivo al introducir los dedos o algunos objetos en el oído. Menos frecuente es la infección causada por virus o por hongos y por exposición a agua contaminada.

Use tapones para oídos y evite piscinas con agua de dudosa calidad.

El tratamiento inicial se suele realizar con gotas y a menudo es suficiente para recuperar la normalidad en unos días. En casos más severos se debe recurrir a los antibióticos.

En verano aumenta la exposición al sol y es frecuente que esa exposición sea excesiva y provoque quemaduras de diverso tipo en algunas zonas de nuestro cuerpo. El área afectada muestra unas horas después un enrojecimiento de la piel y dolor al tocar esa zona. Habitualmente se trata de quemaduras que no son graves, pero que tardan en desaparecer y requieren hidratación constante. En determinados casos es necesario acudir al médico para recibir atención porque las quemaduras son de gravedad.

El bloqueador solar es una buena recomendación preventiva, sin embargo, la primera regla es evitar el sol de mediodía a cinco de la tarde, opte por sombrillas, gorros, bloqueador, ropa protectora y procure hidratarse bien.

Cuidado con lo que se come, la gastroenteritis y sus efectos derivados, como los vómitos o la diarrea, aumentan con el calor.

Las causas más comunes son bacterias presentes en los alimentos, un incremento notable de la ingesta de alimentos y de alcohol, y el consumo de alimentos en mal estado. Lo más frecuente es que la gastroenteritis no sea grave y sea suficiente con cuidar la dieta y tomar medicación antidiarreica.

Y por último, y no menos importante, es cuidar los ojos, no solo con lentes para el sol, también de las enfermedades contagiosas como la conjuntivitis. Se trata de una enfermedad de los ojos y consiste en una inflamación provocada, principalmente, por virus o bacterias. Los síntomas característicos son picor e irritación de los ojos. Suele durar una semana como máximo. Es una enfermedad muy contagiosa y exige atención médica y aislamiento para no contagiar.

El Seguro Social exhorta al público en general a tomar conciencia sobre los padecimientos existentes, a informarse sobre los efectos propios y en los demás, así como a contribuir con la prevención de los mismos, por el bienestar propio y de sus seres queridos.

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