Composta en casa
Foto: Net Noticias

Todos los días desechamos basura orgánica en casa, pero es muy poco lo que aprovechamos estos desperdicios, por ello, una forma de optimizar lo que tiramos es creando una composta casera para tu jardín o macetas.
Los desechos de alimentos que constantemente surgen cuando preparamos los alimentos se pueden sumar a los materiales de jardinería para crear este tipo de abono de alta calidad. Además de reciclar materia natural, estos residuos evitan contaminación y ayudan a fortalecer a nuestras plantas o cultivos.
El abono orgánico que genera una composta se da mediante la degradación microbacteriana de una forma controlada, para hacerla hay que manejar capas de materia orgánica alternadas, airearlas y lograr cierta mezcla que favorezca el proceso de descomposición natural que la mineraliza, para esto seguiremos los consejos e información que ofrece la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Materiales útiles

Hay que distinguir qué desechos son útiles y cuales no. Son materiales idóneos: cáscaras de huevo, restos de verduras y frutas, residuos de origen animal (huesos, piel, carne y sangre); follaje, tallos frescos y hojas secas, además de abonos verdes.
Evitar usar: vidrio, metal, alambre, plástico, caucho, cenizas frescas, fibras sintéticas y frutos con espinas; unos no son biodegradables y otros pueden dañar las manos.
Aserrines y maderas sí se pueden usar, los trozos deben ser aproximadamente de 1.3 cm, y de 5 cm. si es papel o restos de alimentos. Partículas más pequeñas permiten mejor contacto y fermentaciones más rápidas y homogéneas, pero demasiado pequeñas se compactan e impiden una adecuada aireación.

Armando las capas

Es muy importante adecuar la cama de composta, el recipiente o lugar donde estará. Puede ser un hoyo cavado en el suelo, una bolsa o bote de plástico, un depósito de cemento, malla de alambre, acero inoxidable o madera, y procede:
1. Coloca una capa de paja de 30 cm de altura a lo largo de la cama y encima restos de jardinería, viruta o aserrín, desechos de hortalizas. Humedece profusamente.

2. Agrega una capa de 15 cm. de restos de comida o de jardinería. Humedece.

3. Añade una capa de entre 5 y 10 cm de estiércol desmenuzado y humedece.

4. Alterna otras capas iguales a las anteriores.

5. Evita que la composta se seque para evitar invasión de ácaros, hormigas u otros animales, o que se moje en exceso porque proliferan los hongos y despide mal olor.

6. Voltea la composta a los 15 días y luego cada semana. Cuida que la temperatura se mantenga entre los 50 y 60 grados centígrados. Si no aumentó el calor, voltea nuevamente y agrega tierra, agua, estiércol o residuos verdes. Mantén un equilibrio entre material verde y seco. Adiciona tierra para que los microorganismos aceleren el proceso.

7. Una vez lista la composta, almacena en costales y guárdalos en un lugar seco hasta que los utilices para fertilizar tu huerto casero o tus macetas.

Beneficios

Mejora la sanidad y el crecimiento de las plantas.
Mejora las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
Es fuente importante de nutrimentos para las plantas.
Aumenta la capacidad de retención de humedad del suelo y la capacidad de intercambio de cationes en el mismo.
Es una fuente de alimentos para los microorganismos.
Amortigua los cambios de pH en el suelo.
Disminuye los cambios bruscos de temperatura.
Las plantas pueden absorber más nitrógeno como consecuencia de la relación C/N en el suelo.
Logra descomposición parcial o casi completa de algunos residuos agrotóxicos.

El abono de una composta casera se puede utilizar en el jardín o en las macetas de tu hogar, también se puede ofrecer como un producto fertilizante 100% orgánico para que otras personas lo utilicen en sus jardines.
Reciclar desechos orgánicos caseros para tener más y mejores plantas es algo muy positivo para el medio ambiente y el entorno.

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