Ciudad de México.- Ariadne Díaz se tomó muy en serio la maternidad y es hasta ahora que su hijo Diego cumplió cinco años, que retorna a las telenovelas bajo la producción de Rosy Ocampo en la historia Vencer la ausencia, que recientemente inició rodaje, donde interpreta a Julia, un personaje que pierde a su esposo en un accidente.
En un receso de las grabaciones en la colonia Roma Norte, Ariadne confiesa que está muy consciente del reto que impone ser partícipe de una nueva trama. “Estoy muy feliz de regresar a las telenovelas, son poco más de cuatro años de no aparecer y ahora Rosy Ocampo tiene un producto de mucha calidad, su cuarta entrega de Vencer, que implica un reto para mí. Son cuatro mujeres que todas tienen ausencias en su vida, son amigas pero un accidente viene a tambalear su amistad”.
En torno a su nueva caracterización como Julia, expone en la charla que hay varios puntos de ella con los que se identifica: “Es una mamá que tiene un hijo pequeño, que en este caso es Mariano Soria, es una pildorita, simpatiquísimo, encantador, divino, me recuerda a Diego. Por supuesto que actuando comparto con mi trabajo esa parte de ser mamá, trabajar y tener el día a día con las problemáticas que van surgiendo al ser madre”, explicó.
Ariadne es muy clara sobre el futuro de su hijo Diego quien en mayo cumplirá seis años, en el sentido que no desea que se introduzca a la actuación a corta edad.
“En cuanto a la actuación si me dice a los 18 años ‘quiero hacer esto en mi vida’, le digo ‘bueno, vas’, pero antes no lo veo actuando, porque es muy complicada nuestra vida”.
La actriz ha podido dejar lo privado al margen de lo profesional, comparte. “Sí han intentado a los dos de mancharnos en cuestiones negativas, pero hay cosas que nos pertenecen a nosotros y es una intimidad en la que no entra nadie. Sólo somos mi hijo él y yo. Cada uno, somos muy respetuosos, hasta en el peor momento de la discusión o de lo que sea, nunca hay un insulto, el respeto para nosotros es primordial, así como el tener esta confianza porque somos pareja, pero también es mi amigo al que puedo contarle lo que me pasa, lo que me vulnera”.
Con información de Alma Rosa Camacho | El Sol de México.