La enriquecedora experiencia de romper barreras culturales se ha visto consolidada con la inauguración de “Pilares de Chihuahua”, una serie de monolitos instalados al pie del acceso del Parque Barrancas del Cobre, una obra de la artista chihuahuense Morena Maltos González.

El cuidado del medio ambiente, la armonización de lo que nos rodea y la cosmovisión de la cultura tarahumara son lo que conforman este proyecto artístico.

Fueron aproximadamente mil 825 días en que los “Pilares de Chihuahua” tomaron forma. Esta obra permite vivir la experiencia de la Sierra Tarahumara, profundizar el contacto con las raíces y romper las paredes de la rutina citadina que impiden la conexión con lo natural, lo mágico, lo agreste, lo misterioso y lo bello del paisaje de Chihuahua.

A unos 307 kilómetros de la capital del estado y a 671 de Ciudad Juárez, se erige el proyecto de la artista chihuahuense que materializó el sueño de empatizar lenguajes distintos sin tener que mencionar una sola palabra.

La cosmovisión y la obra

La artista chihuahuense describió la obra como “un testimonio visual y espiritual de lo que significa la interconexión en nuestro mundo”.

Para la cultura rarámuri, todo lo que le rodea es vida y manifestación de la dinámica universal que mueve al todo. “En su cosmovisión, la tierra, las montañas y los ríos no son solo recursos, sino seres con quienes compartimos una relación profunda y sagrada”, dijo Maltos González durante la inauguración oficial, el pasado mes de agosto.

Hace cinco años, la artista inició dando clases de arte a las comunidades indígenas y fue precisamente esta experiencia que le movió y la inspiró.

Los “Pilares de Chihuahua” se erigen al cielo 10 metros, teniendo como base rocas y cantera de la misma región, a modo de explicar la identidad que da origen y ser a Chihuahua.

Encima de ellas se encuentran espejos que se miran entre sí y proyectan el cielo, la tierra y a sí mismas a quienes las visitan. No tienen un orden porque buscan que, en esa rotura de barreras comunicacionales y culturales, haya una dinámica natural para buscar el acercamiento entre el otro y el yo, así como el entorno chihuahuense.

El evento de presentación estuvo encabezado por el secretario de Turismo, Edibray Gómez Gallegos, quien destacó la necesidad de obras como este Jardín Escultórico. “Este lugar es más que un destino turístico, es un sitio donde convergen la naturaleza, la aventura y la cultura. Queremos que cada visitante tenga una experiencia inolvidable”.

Parque Barrancas del Cobre

En el corazón de la Sierra Tarahumara se encuentra el Parque Barrancas del Cobre, un espacio de convivencia con la expresión majestuosa de la naturaleza. Desde hace 14 años fue inaugurado como una atracción turística y de aventura. El parque alberga una diversidad de entretenimiento para quienes gustan de salir de la rutina y buscan alejarse de las tecnologías y lo que el mundo moderno ofrece.

“El parque es un modelo de sostenibilidad ofreciendo una amplia variedad de actividades de aventura. Nuestro teleférico y tirolesas son reconocidas a nivel mundial, atrayendo una diversidad de visitantes cada año”, mencionó Raúl Rodríguez Prieto, director del sitio.

Como parte del atractivo turístico, es de destacar que se encuentra a unos metros de la estación Divisadero del ferrocarril mundialmente conocido como Chepe (Chihuahua-Pacífico).

Cuenta con un teleférico que es obra insigne del lugar, con tecnología alemana y en constante mantenimiento que garantiza la seguridad de quien visita este atractivo.

Alberga también un sistema de siete tirolesas y la más extrema denominada ZipRaider, un recorrido de mil metros sostenido por un cable en el que, dependiendo el peso corporal, se pueden alcanzar velocidades de más de 100 kilómetros por hora y cuyo trayecto dura entre dos y tres minutos, adrenalina pura.

En total, son nueve comunidades las que contribuyen en el cuidado y trabajo del parque ubicado en el ombligo del sistema Barrancas del Cobre. El 90 por ciento de los empleados del parque provienen de las localidades circundantes y casi la mitad son personas de los pueblos originarios.

Se compone, además, de una plaza comercial con 49 locales mediante los cuales personas rarámuris ofrecen su variedad gastronómica, artística y cultural. El parque también cuenta con un centro de espectáculos y vistas imponentes desde los límites hacia la cima de las montañas.

Dentro del sitio turístico, también se encuentra un restaurante que ofrece platillos típicos de la región, hechos por manos rarámuris que satisfacen a los más exigentes paladares. En medio del negocio, está un piso de vidrio desde donde se puede experimentar la fragilidad que da el vacío bajo los pies.

En fin, el Parque Barrancas del Cobre ofrece una diversificación de entretenimiento para chicos y grandes, con accesos que permiten disfrutar el lugar a cualquier persona, inclusive a personas con alguna discapacidad, permitiendo la movilidad sin ningún tipo de restricciones.

Atractivo mundial

El Parque Barrancas del Cobre ha visto el aumento de visitantes con el paso de los años y se espera que, con las mejoras realizadas siga siendo uno de los puntos turísticos mas importantes del país.

Con la apertura de vuelos comerciales en el aeropuerto de Creel (desde este mes de septiembre), se espera que más visitantes puedan vivir una experiencia inolvidable de contacto con la naturaleza chihuahuense.

Para mayor información del parque: https://parquebarrancas.com/