Ciudad Juárez- Después de año y medio en la agenda pública binacional, el puerto fronterizo de Anapra y Sunland Park (Nuevo México) parece generar interés en ambos lados del muro. No obstante, a 45 días de que una posible “luz verde” para su construcción, los líderes industriales de Ciudad Juárez piden que se les informe del tema.

Lo anterior, pues organismos como la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) de Ciudad Juárez, señalan no tener conocimiento del proyecto ni tenerlo como una prioridad para la frontera, esto pese a ser uno de los temas puestos sobre la mesa ante los medios de comunicación por el cónsul de los Estados Unidos en esta frontera: Rafael Foley.

“Hablé recientemente con el alcalde de Sunland Park, con Javier Perea, es un proyecto en el que tanto el municipio de Ciudad Juárez como el condado de Sunland Park están muy interesados. Hay todo un proceso que se tiene que seguir, pero Sunland Park ya mandó una petición a la Casa Blanca para que se haga una revisión y se le dé autorización al proyecto”, dijo Foley el pasado 20 de septiembre.

Pese a desconocer el estatus del proyecto, Isela Molina, presidenta de la Canacintra, resalta los beneficios que podría tener un sexto cruce fronterizo, cuarto para las cargas comerciales junto Zaragoza, el puente Córdova-Américas (El Libre) y Jerónimo-Santa Teresa.

“En su momento fue algo que planteamos nosotros en Canacintra por las remodelaciones que se querían hacer en el puente Córdova Américas. Queríamos que se hiciera por fases para no bloquear todo el tráfico de carga, o que se habilitara un cruce en Anapra como una solución temporal. Nosotros estuvimos en la última reunión del embajador y no fue algo que trataran con nosotros. Si creo que es algo a lo que deberían darle más difusión para con la industria, porque otro cruce sería muy beneficioso”, dijo Molina para Netnoticias.

Por otro lado, existen otros ámbitos de la misma industria binacional que están menos enterados del proyecto. Al cuestionar a Ulises Fernández Gamboa, secretario de industria y desarrollo económico del estado, este señaló que el mencionado puerto “ya existía”, pero lo confundió con Jerónimo-Santa Teresa.

Si bien podría parecer una idea novedosa, esta misma está en la mesa desde principios de 2023 para las autoridades mexicanas y tiene un historial de estudios de viabilidad por parte de Texas y Nuevo México que data desde inicios del 2018.

No es nuevo

A falta de la última firma por parte de lasas autoridades federales de los Estados Unidos, tanto el alcalde Cruz Pérez Cuéllar como Javier Perea ya había firmado el acuerdo aprobatorio del cruce a nivel local desde el 14 de junio del año pasado. De acuerdo con el propio Pérez Cuéllar, la iniciativa para edificar la estructura quedó inclusive registrada ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

“Es un tema muy importante para Ciudad Juárez en materia de crecimiento y diversificación económica. Aparte vamos a reducir los tiempos de espera, que con el estado de Texas a veces suelen ser muy largos, eso también nos va a ayudar en materia económica”, señalaba el alcalde Pérez Cuéllar durante la firma del convenio.

Cabe recordar que el estado conocido como “La tierra del Encanto” fue hasta no hace poco foco de atención y solución a la más reciente crisis del transporte carga, pues fue el puerto de Santa Teresa el que facilitó el tránsito de los transportistas durante el último bloque del gobierno texano. Dicha medida provocó pérdidas cercanas a los 32 millones de dólares diarios durante semana y media, aunque les dio el paso a mil 500 cajas de tráiler por día según datos proporcionados por la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).

De aprobarse el proyecto, quedaría además un cruce fronterizo como pocos en la franja que divide a los dos países, justo al lado de un monte y a metros del sistema carretero del territorio vecino.

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¿De dónde a dónde?

Acorde con el plan maestro presentado por el gobierno nuevomexicano, el cruce denominado “Camino Real Tierra Adentro” tomaría rumbo desde la calle Tonina del lado mexicano, para entrar al otro lado de la frontera por “Anapra Road”. De ahí sería cuestión de que el transporte de carga maneje poco más de milla y media para tomar el freeway a la altura de Doniphan Drive.

Según los planos, las casetas de revisión estarían ubicadas al oeste del Monte Cristo Rey y contarían con seis carriles para camiones en una primera fase junto con el resto de los aditamentos acostumbrados por CBP para inspecciones no invasivas de carga, con lectores de placas y escalas para cajas.

Asimismo, al igual que el resto de los puertos fronterizos, albergaría oficinas de CBP para las autoridades estadunidenses. En suelo nacional estaría plantadas sedes para el Sistema de Administración Tributaria (SAT), la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) y cuarteles para el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional.

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45 días… Tres opciones

Si bien, al proyecto lo respaldan tres ciudades, tres alcaldes, dos países y una gobernadora (Michelle Lujan Grisham de Nuevo México), el gobierno federal de los Estados Unidos todavía no termina de descartar otras dos opciones para su transporte de carga: insistir en ampliar los carriles comerciales del Puente Libre, cerrar los mismos y trasladarlos hasta Anapra cuando abra el nuevo puerto, o bien no hacer nada y dejar todo como está.

“Todavía tenemos las tres opciones. Una es no hacer nada, la otra es ampliar el puente Córdova-Américas y la última sería esa: construir el puerto de Sunland Park y dejar sin cruces de carga al Córdova-Américas. Los próximos 45 días van a ser cruciales”, explicó el embajador Ken Salazar en su última visita a Ciudad Juárez.

De construirse el sexto punto de entrada al país vecino, según las proyecciones americanas, este funcionaría en su totalidad hasta 2027 y representaría una inversión de 160 millones de dólares solo en construcción: 120 por parte de los Estados Unidos y otros 40 por parte del lado mexicano.