Enfrentar los desafíos de este siglo requiere transitar de nuestra lógica económica lineal y sistema operativo centrados completamente en nuestro propio bienestar (EGO), altamente consumidores de recursos, generadores de desechos y de contaminación ambiental, hacia una conciencia ecosistémica (ECO) que enfatice el bienestar de todos los seres vivos de los que formamos parte los seres humanos por igual, no importa nuestro género.

Es en este contexto que surge el concepto de “Una sola Salud o Ecosalud”, así como la economía circular, en el marco de los cuales se busca construir una nueva economía más resiliente, intencional, inclusiva y consciente, en la que protejamos tanto a las personas como a los demás seres vivos que forman parte de los sistemas ecológicos o ecosistemas que se ven amenazados por las prácticas actuales de producción y consumo.

A manera de ejemplo de iniciativas para practicar la Ecosalud, en su plataforma digital CoSustenta la Universidad Veracruzana busca la promoción de ambientes que sean saludables para la comunidad universitaria, siguiendo el enfoque de EcoSalud para generar estrategias para la reflexión hacia un consumo consciente y crítico. Por dicho medio se difunde su “Ideario - Manual de Sustentabilidad para Cafeterías UV. Promoviendo el Consumo Sano, Saludable y Sustentable”, el cual tiene como objetivo: Inspirar y guiar a la diversidad de espacios que proveen alimentos en el contexto de la universidad. Con esta estrategia se busca promover entre la comunidad universitaria y la sociedad veracruzana hábitos alimentarios que contemplen el consumo responsable de productos nutritivos de origen local, libres de agroquímicos y sustancias tóxicas, apoyando a que comedores, cafeterías y expendios de comida universitarios respondan a un patrón de consumo saludable, responsable y sustentable.

En este mismo orden de ideas, se ha planteado que el “Enfoque Ecosistémico para la Salud” (Ecosalud) es una forma de abordar de manera holística los determinantes de la salud humana junto con el funcionamiento ecosistémico. Ello significa integrar conocimientos derivados de las ciencias naturales, sociales y de la salud, con énfasis en las dimensiones éticas y con el objetivo de generar cambios sustanciales en las condiciones de vida en nuestro planeta. Por lo que entre sus principios se encuentran el pensamiento sistémico, la transdisciplina, la participación, la equidad social y de género, y la aplicación de la investigación-acción.[1]

Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cinco Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) clave de la Agenda 2030, abordan los determinantes ambientales de la salud y contribuyen directa e indirectamente al ODS 3 centrado en “Salud y Bienestar” para garantizar vidas saludables y promover el bienestar para todos en todas las edades. Estos objetivos comprenden el ODS 6 “Agua limpia y saneamiento”, ODS 7 “Energía asequible y no contaminante”, ODS 11 “Ciudades y comunidades sostenibles”, ODS 12 “Producción y consumo responsable” y ODS 13 “Acción por el clima”.

La OPS promueve, coordina y ejecuta actividades de cooperación técnica, dirigidas a la prevención y control de las enfermedades no transmisibles (ENT), los factores de riesgo relacionados y promueve, entre otros, una óptima nutrición. Lo anterior ante la elevada frecuencia de padecimientos a evitar. Según informa, en la Región de las Américas ocurren 5,5 millones de muertes por ENT cada año y mueren 2,2 millones de personas por ENT antes de cumplir 70 años. Las enfermedades cardiovasculares constituyen la mayoría de las muertes por ENT (17,9 millones cada año), seguidas del cáncer (9,0 millones), las enfermedades respiratorias (3,9 millones) y la diabetes (1,6 millones), a nivel mundial. Estos cuatro grupos de enfermedades son responsables de más del 80% de todas las muertes prematuras por ENT.

Es importante llamar la atención sobre el artículo intitulado “Auditoria muestra que escuelas en México enferman a alumnos de por vida y generan basura que se descompone en siglos”, publicado en 2022 por las organizaciones civiles El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM). Este artículo advierte acerca de los riesgos a la salud de los escolares del consumo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas durante un día de la jornada escolar en planteles de educación básica, así como el impacto de estos productos en el medio ambiente. Entre los datos que se proporcionan se encuentran el que cada estudiante consume en promedio 550 calorías y 3 productos ultraprocesados durante la jornada escolar; la basura que generan las escuelas son de empaques de ultraprocesados que tardan hasta 450 años en degradarse; el consumo de productos ultraprocesados se asocia con déficit de atención, hiperactividad y trastornos metabólicos en niñas, niños y adolescentes. En otros artículos de las mismas organizaciones se indica que cada año la obesidad infantil le cuesta al Estado 650 mil millones de pesos. A través de un ejercicio de vigilancia ciudadana a nivel nacional, se reporta que 9 de cada 10 escuelas venden comida chatarra y solo 2 de cada 10 venden alimentos saludables. De continuar la invasión de chatarra en las escuelas 1 de cada 2 niños desarrollará diabetes.

En un video difundido por YouTube se hace saber que Yucatán presenta uno de los índices de consumo de Coca-Cola más elevados del mundo y semejante estatus repercute en la salud de la población afectada de manera importante por la obesidad y Diabetes tipo 2.[2]

Para hacer frente a situaciones como las antes mencionadas, entre las disposiciones de la Ley General de Educación sobre alimentos vendidos dentro de escuelas, su Artículo 75 estipula que “Las autoridades educativas promoverán ante las autoridades correspondientes, la prohibición de la venta y publicidad de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional de acuerdo con los criterios nutrimentales incluidos en el artículo 212 de la Ley General de Salud y las demás disposiciones en la materia de los planteles escolares y sus inmediaciones.” A su vez, en su Artículo 75 Bis Fracción III señala “La prohibición de la venta y publicidad de los alimentos y bebidas procesados y a granel que no favorezcan la salud de los educandos o la pongan en riesgo por su bajo valor nutricional de acuerdo con los criterios nutrimentales incluidos en el artículo 212 de la Ley General de Salud y las demás disposiciones en la materia”. Ambos párrafos fueron reformados en el Diario Oficial de la Federación del 20-12-2023.

La Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012, Servicios básicos de salud. Promoción y educación para la salud en materia alimentaria. Criterios para brindar orientación, tiene a su vez como propósito fundamental establecer los criterios generales que unifiquen y den congruencia a la Orientación Alimentaria dirigida a brindar a la población, opciones prácticas con respaldo científico, para la integración de una alimentación correcta que pueda adecuarse a sus necesidades y posibilidades. Además proporciona elementos para brindar información homogénea y consistente, para coadyuvar a promover el mejoramiento del estado de nutrición de la población y a prevenir problemas de salud relacionados con la alimentación. La orientación alimentaria es prioritaria y debe proporcionarse a toda la población, es conveniente que atienda a los intereses del público en general, de los grupos vulnerables en especial y que tome en cuenta a la industria y a otros grupos interesados.

En la citada norma se asienta que los contenidos de orientación alimentaria se deben basar en la identificación de grupos de riesgo, desde el punto de vista nutricional, la evaluación del estado de nutrición, la prevalencia y magnitud de las enfermedades relacionadas con la nutrición de la población y por último la evaluación de la disponibilidad y capacidad de compra de alimentos, por parte de los diferentes sectores de la población. Los niños y niñas desde su gestación hasta la pubertad, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, los adultos mayores y las personas con actividad física intensa, se identifican como grupos que requieren mayor atención por el riesgo de presentar alteraciones en su estado de nutrición. De acuerdo con los resultados de investigaciones recientes y de la información procedente de los sistemas de información en salud, se ha encontrado que la estatura baja, el bajo peso y emaciación han disminuido, en contraste, el sobrepeso y la obesidad en la población en general, así como la hipertensión arterial, la ateroesclerosis, la diabetes mellitus, el cáncer y la osteoporosis han mostrado un notable incremento en los últimos años. La falta de educación en materia de nutrición en la población, la pobreza, agravada por la pérdida del poder adquisitivo, el encarecimiento de los alimentos y el contexto sociocultural, en muchas ocasiones restringe el acceso a una dieta correcta. En este mismo contexto es importante mencionar que los programas de orientación alimentaria generarán una demanda de alimentos que debe sustentarse en la producción y el abasto oportuno de los productos, así como en la factibilidad del acceso a ellos, protegiendo la soberanía alimentaria de la nación. Esto exige conocimiento y preferencia a los alimentos locales y regionales por parte del personal encargado de estas tareas.

Tres son los determinantes de salud y prevención de enfermedades: 1) alimentación sana y equilibrada; 2) peso saludable y 3) actividad física moderada (caminar 30 minutos diarios, por ejemplo). Actualmente quienes en conjunto entienden más de salud que de enfermedad son, entre otros: los nutriólogos, educadores, sociólogos y antropólogos. A su vez entre los entornos favorables a la salud se encuentran, los hogares saludables, los gimnasios, parques, y lugares de recreación que contribuyen a la salud física y mental.

Por su parte, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), de manera acorde con la Ley Federal de Protección al Consumidor, en su Guía de Regreso a Clases 2024 incluyó la consideración de la promoción de “Las 5Rs del Consumo en las Escuelas” que incluyen: Rechazar productos que vengan con demasiados empaques, envueltos en plásticos de diferentes tipos ya que estos aumentan la cantidad de residuos sólidos que generamos diariamente; Reducir el consumo; Reutilizar lo más posible; Reciclar y Respetar; al reconocer que las decisiones de compra pueden ayudar a mejorar o a dañar el ambiente y la salud, además de recomendar no tirar nada que se convierta en un contaminante.

En tanto que el Proyecto Ecosalud del Programa IMSS-Bienestar, basado en el concepto de Una Sola Salud, aborda las determinantes ambientales y sociales que se relacionan con una vida saludable desde una perspectiva de cuenca, en pleno reconocimiento de que un ambiente que no es sano es un factor de riesgo para la salud, lo que debe ser considerado al transitar hacia una economía circular comunitaria regenerativa social y solidaria.


[1] https://www.ei.udelar.edu.uy/grupos-financiados/sigla-acronimo/enfoque-ecosalud

[2] https://elpoderdelconsumidor.org/2024/11/documental-destapa-fatalidad-denuncia-la-captura-corporativa-de-la-salud-en-yucatan/