Un pedazo de cajeta de membrillo con un vaso de leche bien fría, es el postre dominical, después de haber disfrutado de un par de burritos preparados por la distinguida señora que habita con nosotros, mejor conocida como esposa, según la ley civil a la cual nos sometimos tiempo ha.

En la década de los cincuenta, un músico mulato, compuso una hermosa melodía que intitulo "Florecita" y que a nuestra edad, aún recordamos con alegría porque nos trae buenos recuerdos; fue interpretada en todo er mundo, por músicos de fama internacional y en México, la hicieron popular, cada quien con su estilo, Carlos Campos y Mariano Mercerón.

Si quieren escúchenla y verán qué delicia de melodía.

Vino a nuestros recuerdos "Florecita", no porque todavía andemos enmarados como en aquellos preciosos años (éstos también lo son), sino porque nos encontramos con la noticia de que pronto se demolerá una placita de toros ubicada por el rumbo de Ciudad Satélite, plaza que, como la "Aurora", fue semillero de anhelos, de sueños, de ilusiones.

Alrededor del entonces Distrito Federal, había varias plazas de toros que tuvimos la suerte de conocer en plena juventud: la monumental plaza de toros México, construida en 1946; el Toreo de "Cuatro Caminos" en 1947, la "Florecita en 1946, "La Aurora" en 1947 y años después, Chucho Arroyo, empresario y aficionado taurino, construyó la placita "Antonio Velázquez", según nos lo describen los datos de aquélla época.

Ya desaparecieron "El Toreo", "La Aurora" y próximamente, según información "La Florecita"; "La México" fue cerrada por un juez, aunque sigue en pie, al igual que la plaza "Arroyo" donde año con año, se siguen dando novilladas, mientras se decide la suerte del coso de "Los Insurgentes".

Entonces, cerramos el tercio con la parte final de la hermosa melódica "Florecita": Qué dolor, la ilusión se nos fue, pero el símbolo de amor, "Florecita" eres tú. Vale.