Domingo nublado con un chipi chipi por momentos, pero sin frío; una visita inoportuna, por la hora, no nos permitió ver la corrida de rejones en la México, así que no tenemos nada qué opinar por el momento; ojalá la afición haya montado bien a caballo y haya salido rejoneando de la plaza.
Entonces, vayamos a los apuntes taurinos que teníamos para esta entrega y uno de ellos toca a un jóven torero español que, como novillero, estará en Las Ventas de Madrid, en mayo del año entrante, que ya está aquí, si aceptamos, a pie juntillas, que el tiempo vuela.
El novillero sabe bien, que "lo que natura no da, Salamanca non presta" porque el tío es salmantino, es charro de nacimiento, y, para despedirse de su etapa novilleril, se encerrará en solitario con 6 toros 6, en Las Ventas, sin saberse de qué ganadería será el encierro o si serán toros de diferentes dehesas.
Marco Pérez, es el nombre de este novillero hispano que ha causado buena impresión en la afición hispana y una vez hecha su presentación en Las Ventas, irá tras la alternativa para convertirse en matador de toros y como tal, pronto lo veremos en México.
La otra nota toca a un torero mexicano que hay la lleva; ha toreado más de 20 corridas 20 con un buen corte de orejas y poco a poco se va situando en los primeros lugares del escalafón taurino, no sin haber recibido muy buenos cates, lo cual no ha sido motivo para que se le vaya el valor por las heridas.
Le deseamos lo mejor a Isaac Fonseca, que triunfe en grande allá y aquí, para que, junto con Marco, oxigenen la bella fiesta, carente de figuras que agoten el boletaje en las plazas, una tarde sí y otra también.
Urge que la fiesta brava en México se renueve de la A a la Z y que los pocos ganaderos de bravo que queden en este país, renueven su sangre y sus toros recuperen la bravura que desde hace muchos años se ha perdido, porque dígase lo que se diga, el protagonista de la fiesta es el toro, el toro bravo, con trapío y con años; de lo demás se encarga el torero si lo descubre como tal el animal.
Para cerrar con una arrucina saben ustedes ¿de qué lado tienen el asa las tazas? No sufran, del lao de afuera. Vale.