El Paso.- Después de años de planeación, el Ayuntamiento de El Paso aprobó cambios significativos en la ordenanza de ruido de la ciudad, en respuesta a numerosas quejas sobre el impacto sonoro de los negocios y lugares de ocio.

El director de cumplimiento del código, Steve Alvarado, explicó que la revisión incluyó aportaciones de diversos sectores, como propietarios de bares, vecinos, asociaciones comunitarias y empresarios. “Analizamos la vitalidad social, la economía y la calidad de vida en un proceso colaborativo”, señaló.

Entre las modificaciones destacan la reducción en el límite de capacidad de los lugares exentos de la normativa de 7 mil a 2 mil 500 personas, y la disminución de 10 a dos violaciones anuales necesarias para suspender o revocar permisos de sonido amplificado.

Aunque se propuso reducir el nivel máximo de ruido permitido de 70 a 65 decibeles, la propuesta no fue aprobada. Sin embargo, se introduce la lectura de nivel "C", una nueva herramienta para evaluar el impacto ambiental del ruido en diferentes zonas.

Los propietarios de bares expresaron preocupaciones sobre la equidad de las medidas. Algunos señalan que las nuevas normas podrían perjudicar a pequeños negocios al tener estándares más estrictos en comparación con lugares exentos, como estadios.

El Ayuntamiento asegura que continuará monitoreando el impacto de la ordenanza y realizará ajustes según sea necesario para garantizar un equilibrio entre el desarrollo económico y la calidad de vida de los residentes.