La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer. La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer. Antonio Gala Velasco, escritor español.

Elucubrando sobre el acontecer político mexicano, opinamos que por increíble que parezca, en el primer cuarto del siglo XXI, las dictaduras que en el mundo existen, incluídas la de Cuba, Venezuela y Nicaragua, jamás han sido víctimas de un real golpe de Estado (que los dictadores se victimicen, es otra cosa) y los ciudadanos libres del mundo entero, porque los hay a millones, sí han sido testigos que estas dictaduras han golpeado y aniquilado todas las instituciones, leyes, la libertad y sobre todo, los derechos humanos y demás derechos esenciales de los ciudadanos que viven bajo esos regímenes dictatoriales.

México lindo y querido, en el siglo pasado, ya tuvo su dictadura, alguien la llamó "La Dictadura Perfecta", fue el siglo del PRI y de las instituciones emanadas de la revolución, según la historia mexica, pero no hubo golpe de Estado, imperaba el corporativismo y todo marchaba con tranquilidad, aún con las voces disidentes.

En cambio, los golpes de Estado en América Latina, fueron y son reales, porque, como la corrupción, se protegen con la impunidad y la izquierda radical o no, secuestró la libertad y la democracia en esos países, con sus mentiras y falacias ideológicas, no obstante que la realidad hace añicos a toda ideología.

Lamentablemente el país del "Cuerno de la Abundancia" para allá va, para una dictadura, aún no se ve ni se siente, pero el tiempo pondrá las cosas en su lugar y cuando ésto suceda, será demasiado tarde; mientras tanto el mundo "libre" ni se inmuta, le vale, permanece mudo, atónito, anonadado, asombrado, ante esta grave situación que amenaza con llevar a la a la humanidad a la esclavitud, que es el pilar donde han sentado sus reales todos los dictadores que, sintiéndose los redentores de los oprimidos, siguen atornillados al poder y no lo quieren dejar como UYSQ.

Se le olvida a los pueblos, como el mexicano, que en una dictadura, se RECITA EN LUGAR DE PENSAR, quizá porque sólo vivió, en el siglo XX, bajo una "dictadura perfecta", llena de imperfecciones. Vale.