Vayamos primero al séptimo arte: Cómo se llama el primo de Bruce Lee...pos

Bróco Lee. Recuerden, es época de Adviento, tranquilos.

Ahora si vayamos al "Arte de Cúchares", porque esta temporada taurina en la capital del país, para nosotros, es o ha sido un tanto cuanto extraña, sin rítmo, sin continuidad, dadas las fechas, sin sabor, sin aroma, sin salero, sin poso; claro que la empresa sabe su cuento y el por qué de ello, para seguirle llamando temporada grande.

En plena temporada otoño-invierno, un torero mexica, se ha ausentado de su país, cruzó el charco Atlántico y se fue directo a España, cuna del toro bravo. del flamenco, del tinto, del tablao y otras linduras con sabor taurino o ligado a la más bella de todas la fiestas.

Entrenar como torero en el campo bravo español, no deja de ser una escuela donde se aprende el oficio de lidiar reses bravas; es una preparación magnífica, diferente que, quiérase o no, ayuda mucho a los lidiadores aztecas, sin saber qué opinen los eruditos al respecto.

Ese torero mexicano que anda por aquellos lares hispanos, sometiéndose a rigurosos exámenes taurómacos, para mantenerse, si no como figura que agota el boletaje en cada tarde, si está catalogado como un buen torero colocado en los mejores lugares del escalafón nacional.

Nuestro jóven matador de toros, es hidrocálido de nacimiento y desde hace un buen tiempo o un buen rato, ha sido referente de la fiesta taurina mexicana y desea, por sobre todas las cosas, el figurato y mantenerse en él; la tarea no es fácil, pero todo esfuerzo, todo sacrificio, tiene su recompenza.

Ojalá la suerte, que juega un papel muy importante en este oficio de toreros machos, le ayude a Joselito Adame y los ganaderos de bravo de España, le abran sus puertas, porque de que el indio tiene hechura de torero caro, las tiene. Vale.