Inspirada por el libro del urbanista brasileño Jaime Lerner sobre la “Acupuntura Urbana”, decidí escribir estas reflexiones sobre las ciudades en las que vivimos dado que -como este arquitecto dice en su obra- muchas están enfermas, algunas casi en estado terminal. Por ello él consideró que del mismo modo en que la medicina necesita la interacción entre el médico y el paciente, en urbanismo también es necesario hacer que la ciudad reaccione; tocar un área como ocurre con la acupuntura, de tal modo que pueda ayudar a curar, mejorar, crear reacciones positivas y en cadena. Es decir, es necesario intervenir para revitalizar, hacer que el organismo trabaje de otro modo.

El primer paso para lograr lo anterior nos lleva a hacernos las preguntas que propone Jaime Lerner:

  • ¿Se puede hacer una buena acupuntura urbana con un profundo compromiso de solidaridad? Hace décadas que convivimos con las consecuencias de injustas desigualdades sociales, que acaban marginando a parte de la población de renta baja en las ciudades, sin que pasemos a la acción.
  • ¿Cómo llevar las infraestructuras a esas áreas, cómo solucionar el problema de la basura que, al acumularse, contamina y a veces acaba enterrando a sus habitantes? ¿Cómo solucionar el problema del desempleo, y, el peor de todos, el de la violencia y las adicciones?
  • ¿Conoces la ciudad en la que vives? Una buena acupuntura urbana sería la que hiciera que todos conocieran su ciudad. ¿Cuántas personas, en realidad, conocen su propia ciudad? Difícilmente alguien respeta lo que no conoce. Pero ¿cómo respetar a tu ciudad si no la comprendes?

Así que podríamos hacernos nuestras propias preguntas ¿somos capaces de dibujar nuestra ciudad, nuestro barrio? ¿nos gustaría participar en construir una maqueta que ponga en perspectiva lo que los caracteriza? ¿qué recursos naturales o áreas verdes constituyen nuestro entorno? ¿de qué manera contribuyen nuestros domicilios y demás construcciones a hacer de nuestro vecindario uno amigable?

¡Ya es hora de la generosidad urbana! ¿Sabes lo que es un Ecobarrio y te gustaría contribuir a transformar el tuyo con un enfoque ecológico y social?

Algunas ciudades en el mundo y de México han comenzado a experimentar con proyectos de desarrollo cuya base es la sostenibilidad, en los que, tan importante es la planeación, el diseño y la construcción de infraestructuras amigables con el medio ambiente, como lo es la organización, educación y participación de los habitantes, mediante prácticas, comunitarias e individuales, sostenibles y de responsabilidad ambiental, económica y social.

Los Ecobarrios –también conocidos como barrios sustentables– permiten reconstruir las ciudades, principalmente en zonas degradadas (industriales y marginales), así como incidir en las nuevas zonas de crecimiento o en proceso de urbanización, con el afán de anticiparse al crecimiento suburbano difuso, es decir, se utilizan como instrumentos correctivos y preventivos en la planeación.

En este contexto adquiere la mayor importancia reconocer como elementos característicos de los Ecobarrios, el estímulo al bajo consumo energético en las viviendas y en la infraestructura urbana, así como promover los espacios verdes en los sitios públicos, en los que se fomente la cohesión social, el uso mixto de suelo, y la participación social en el desarrollo de los proyectos.

A ello se suma la consideración de facilidades peatonales y el impulso al uso de la bicicleta y transportes públicos amigables y de bajas emisiones de carbono. Además de medidas que permitan satisfacer las necesidades de sus habitantes a una corta distancia coincidentes con el concepto de las “Ciudades de 15 minutos” que están proliferando en el mundo.

Considerando lo anterior, saltan a la vista dos de los elementos esenciales para la constitución de Ecobarrios:

  1. La participación activa, informada y organizada de los diversos grupos de interés que los conforman, a fin de lograr que su diseño responda de manera balanceada a los intereses colectivos, los valores, las tradiciones y otras características de quienes residen en ellos.
  2. La satisfacción de necesidades de infraestructura para subsanar deficiencias que les afectan, a fin de aumentar su resiliencia ante los fenómenos que acompañan al cambio climático, que propician la aparición de pandemias o crean problemas sociales. La gestión sustentable del agua y los residuos sólidos constituyen dos elementos que se deben tener presentes a este respecto.

En un momento en el que México busca transitar hacia una economía circular regenerativa, en la que se evite el desperdicio de recursos (materiales, agua, energía, suelo y biodiversidad), a la vez que se propicia la creación de “negocios verdes” bajos en emisiones de carbono, que sean fuente de empleos y de ingresos, es por demás oportuna la creación de Ecobarrios. En ellos podrían estimularse encadenamientos productivos entre quienes fabrican y comercializan bienes de consumo, así como quienes les pueden dar mantenimiento, repararlos, renovarlos, remanufacturarlos, prepararlos para el reúso o convertirlos en materiales secundarios mediante el reciclaje, para que vuelvan a ser utilizados en la fabricación de nuevos bienes.


[1] Para mayor información consultar las páginas: www.cristinacortinas.org y www.fundacionccortinas.org

[1] https://iaac.net/wp-content/uploads/2021/06/AcupunturaUrbana.pdf