Río de Janeiro.- Fonte Nova, el estadio de Salvador de Bahía, fue el nuevo escenario donde la peor selección de Brasil que se haya visto en las eliminatorias mundialistas de Sudamérica ofreció otra desangelada demostración.

Brasil cerró su 2024 igual que como abrió el año: inmerso en dudas y peleado con sus aficionados.

Muchos de los que acudieron a un estadio que a duras penas alcanzó la mitad de su aforo abuchearon a un equipo que salvó apenas un empate 1-1 ante Uruguay gracias al primer gol de Gerson con la camiseta nacional.

Después de 12 partidos en la carrera hacia el Mundial de 2026, incluyendo cuatro derrotas y tres empates, Brasil se ubica en la quinta posición con 18 puntos, a siete de Argentina, que es líder

Se trata de un balance inconcebible para los cinco veces campeones del mundo, que hacia Qatar 2022 fijaron una cifra récord de 45 puntos en una eliminatoria al Mundial.

Su técnico Dorival Júnior, quien asumió a inicios de año, francamente debería dar las gracias de que la próxima Copa del Mundo se haya expandido de 32 a 48 equipos.

Si estuviera rigiendo la repartición de plazas para el torneo de 2022, Brasil estaría condenado por ahora a disputar el repechaje intercontinental.

Dorival defendió a capa y espada su gestión, al afirmar que con algo más de acierto hubieran quedado más arriba — también empataron 1-1 a domicilio contra Venezuela la semana pasada, en un partido en que el astro Vinicius Júnior desperdició un penal.

"Podríamos tener mejor suerte, un gol, que nos hubiera permitido finalizar el año en la segunda posición”, señaló la noche del martes.

Pero también pudieron haber quedado más cerca del séptimo lugar, que da para jugar un repechaje ante una selección de otra confederación. Los seis primeros clasifican en forma directa.

A falta de seis partidos para el cierre de la clasificación, Brasil le saca cinco puntos de diferencia a Bolivia, ocupante del séptimo peldaño.

Lo alentador para Brasil es que solo una auténtica catástrofe lo dejaría fuera del Mundial que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá.

Dorival dispone de tiempo para seguir puliendo a un equipo que no encuentra equilibrio entre sus líneas.

“El trabajo está en marcha. Aunque la gente no quiera verlo, el trabajo está en marcha”, aseguró Dorival. “Los resultados, lamentablemente, encubren lo que está pasando. Tengo confianza en nuestro camino y creo que los resultados serán mejores en los momentos decisivos”.

Las eliminatorias se reanudarán en marzo y la realidad es que los seis boletos directos parecen tener dueños.

Argentina lidera con 22 puntos, seguida por Uruguay (20), Ecuador y Colombia (19), Brasil (18), Paraguay (17) Bolivia (13), Venezuela (12), Chile (9) y Perú (7).

La verdadera batalla se concentra en esa séptima plaza.

De las 10 selecciones sudamericanas, Venezuela es la única que nunca ha estado presente en un Mundial y la expansión del próximo torneo la ilusionaba con lograr el objetivo. Pero el equipo de Fernando Batista se ha desplomado — lleva ocho partidos seguidos sin ganar.

“La bronca es no tener esa tranquilidad cuando el rival entró a desesperarse porque iba perdiendo”, se lamentó Batista tras la derrota 4-2 de visita a Chile.

“Hay que hacer autocrítica, hay que mejorar, hay que prepararse para el año que viene y mejorar todo lo que necesitamos”, remarcó.