Everett.- Boeing reportó una pérdida descomunal de más de miles de millones de dólares en su tercer trimestre, afectada por una huelga laboral y costos relacionados con sus aeronaves comerciales y programas de defensa.

Boeing perdió 9.97 dólares por acción para el período concluido el 30 de septiembre, con una pérdida ajustada de 10.44 dólares por acción. Analistas sondeados por Zacks Investment Research habían vaticinado pérdidas de 10.34 dólares por acción.

Los ingresos ascendieron a 17 mil 840 mdd, en línea con lo que esperaba Wall Street.

La noticia del día, sin embargo, probablemente vendrá este miércoles en la tarde cuando la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales revelará si los miembros en huelga regresarán a las fábricas tras paralizar la producción.

La asociación votará en torno a la oferta de Boeing de aumentos salariales de 35 por ciento a lo largo de cuatro años, bonificaciones de ratificación de 7mil dólares y la retención de bonificaciones por rendimiento que Boeing deseaba eliminar.

La huelga ha sido una prueba para Kelly Ortberg, quien vino de afuera de la empresa para ser su CEO en agosto.

Ortberg ya ha anunciado enormes despidos y un plan para recaudar suficiente liquidez como para evitar una declaración de bancarrota, necesita convencer a los reguladores federales de que Boeing está reparando su cultura de seguridad y que está lista para aumentar la producción del 737 Max — un paso crucial para generar ingresos.

Boeing, sin embargo, no puede producir aviones 737 nuevos hasta que ponga fin a la huelga de 33 mil maquinistas que ya lleva cinco semanas y que ha paralizado las fábricas en la zona metropolitana de Seattle.

Ortberg “tiene muchas cosas por hacer, pero probablemente ahora está concentrado en concluir estas negociaciones, ese el cocodrilo más cercano a su bote ahora”, dijo Tony Bancroft, gerente de portafolio de Gabelli Funds, un inversionista de Boeing.

Boeing no ha registrado ganancias desde el 2018, y la situación probablemente empeorará antes de mejorar.

Los inversionistas esperaban que Ortberg proyecte calma, determinación y urgencia en su llamada para informar sobre los resultados. Es su primera llamada con inversionistas desde que administraba en la década pasada a Rockwell Collins, fabricante de piezas de aeronáutica para aviones civiles y militares.