Agentes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM) desplegaron este lunes un operativo especial para interceptar y capturar de cientos de migrantes centroamericanos que ingresaron de forma masiva y arbitraria al país y que se dirigían del municipio de Frontera Hidalgo a Tapachula.
Luego que las autoridades migratorias les prohibieran el paso masivo por la principal puerta de entrada en el puente fronterizo internacional, los migrantes rompieron el cerco de la Guardia Nacional e ingresaron por el Río Suchiate.
Más de dos mil migrantes se enfrentaron, con palos y piedras, en un primer momento con la Guardia Nacional.
“En su intento inicial, lanzaron proyectiles a los elementos de la Guardia Nacional para internarse de manera irregular, lo que representa una violación a la Ley de Migración”, dijo el INM en una misiva.
El Instituto refrendó que sus agentes arrestarán, pondrán en centros de detención migratoria y, “en su caso”, deportarán a cada integrante de la caravana migrante que “no acredite una condición de estancia regular” en México.
Más temprano en el día, el INM indicó a los integrantes de la caravana amontonados en el puente fronterizo Rodolfo Robles que no los dejaría entrar en bloque a México (invitó a los niños y las personas discapacitadas a pasar) y advirtió que hará cumplir la ley “en caso de violación de ésta”.
Después de ese primer choque, la Guardia Nacional desplegó un operativo para interceptar a los migrantes cuando éstos caminaban entre Frontera Hidalgo y Tapachula, y se dirigían en ese tramo carretero de 34 kilómetros.
