La fe muestra la realidad de lo que esperamos, es la evidencia de cosas que no podemos ver. La Biblia.
La panza está a punto de reventar, no sé qué hubiéramos hecho sin los antiácidos, ¡ah!, pero cómo le pegamos a los tamales y a los buñuelos y otros platillos exóticos, acordes a las fiestas navideñas y de fin de año; nos estamos preparando para la Rosca de Reyes; volvemos agarrar aire y a darle duro y macizo a la última tamaliza del año el 2 de febrero de este 2020.
Le vamos a entrar de lleno al tema, relacionado con la precitada Rosca de Reyes, que, como cada año, está por llegar al mundo católico, apostólico y romano; con ello se termina en este México, lindo y querido, la fiesta puental profana-religiosa,
Guadalupe-Reyes y tú amable lectora (or) pensante ¿Has pensado en el significado de la Rosca de Reyes? ¿Qué simboliza que te salga el muñequito? ¿De dónde viene esta tradición? ¡Ah verdad!
Los que saben dicen que este pan (porque es un pan, no es lo mismo que te hagas rosca), tiene su origen en Francia y que los galos, la llaman Gallette des Rois, que es un hojaldre de almendras y en aquellos tiempos, los parroquianos comunes y corrientes a ese pan, el día de Reyes, le ponían una habichuela, mientras que los ricachones, los "fifís" de la época, le ponían pequeños pedazos de oro y a quien le tocaba al preciado metal, en automático y única y solamente por ese día, era elevado al rango de rey o reina.
En cuanto a su simbología, dice la historia sagrada que la rosca significa, en la religión católica, el amor a Dios, la fruta, amor, paz y felicidad, mientras que el muñequito escondido en el pan, significa la protección que José y maría, para que él, su Niño, no cayera, como los mexicanos, bajo la Ley de Herodes, o te... Como todas nuestras tradiciones, ésta también viene de España, tradición que termina con la tamaliza y la buñueliza del 2 de febrero, Día de la Candelaria.
A groso modo en esto consiste la Rosca de Reyes, esperamos que si te toca er muñequito, no te le vayas a tragar y no te vayas a ser rosca con los tamales. Vale.
Por: Cuauhtémoc Monreal Rocha