La detención de Genaro García Luna ocurrida el pasado 9 de diciembre en Dallas, Texas, bajo cargos en Nueva York, de conspiración por tráfico de drogas y de realizar declaraciones falsas, han puesto a temblar a más de un político mexicano, sobre todo de los más cercanos, pues no se puede creer que no supieran de sus actividades y más en los casos de quienes fueron superiores al mismo, pero no solo a ellos pone nerviosos, sino ahora, también a todo aquel funcionario de más bajo nivel que haya trabajado con García Luna, ello debido a las advertencias lanzadas por el propio presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien dijo el 13 de diciembre que había girado ordenes de que se llevara a cabo una revisión sobre personas relacionadas con el exsecretario que aún trabajan en el Gobierno, mismos que, lo menos, serian dados de baja, aunque ahora el mandatario esté matizando su afirmación, diciendo que el que nada debe nada teme, y eso es cierto, salvo en nuestro país, en donde han ocurrido muy diversas acciones legales contra inocentes, y eso es una realidad, aunque el presidente asegure que ellos son distintos y que la corrupción ya desapareció de su gobierno.

Por lo anterior suena injusto que personal, que por alguna situación, tuvo que estar a las órdenes de García Luna, ahora tenga que renunciar así, sin más a su trabajo, pues los empleados no eligen a sus jefes, además, bien se sabe que sobre todo en ciertas áreas de gobierno, se hace lo que el jefe en turno diga, so pena de quedar fuera o sufrir las correspondientes consecuencias.

Y ya esta quedando en evidencia que eso de meter a todos en el mismo saco solo porque fueron parte del personal cuando García Luna despachaba como secretario de Seguridad Federal, no es lo más acertado. Y no es necesario ir muy lejos, simplemente en la Ciudad de México, al titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Omar García Harfuch, ya se le menciona dentro de los posibles a investigar, incluso la propia Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno capitalino, reconoció que su actual secretario de seguridad ingresó en el sexenio de Felipe Calderón pero aclaró que como tropa, como cualquier otro elemento y que el mayor cargo que tuvo fue director de área, por lo que descartó buscar su reemplazo.

Mientras al secretario de seguridad Publica Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, se le llena la boca al hablar de las presuntas irregularidades cometidas por García Luna, pues afirma que "Sería ingenuo suponer que actuó en solitario. No hay quién pueda brindar protección a una organización criminal mucho menos de las dimensiones que en su momento tuvo el Cártel de Sinaloa sino es a partir de una red de protección", y efectivamente nadie piensa que una sola persona tenga esa capacidad.

También afirma que no se cometerán injusticia y que solo se actuará contra quienes “llegaron personal o políticamente, o complicitariamente, comprometidos con el exsecretario de Seguridad Pública (Genaro García Luna), en absolutamente en todas las instancias estamos trabajando en este proceso de depuración".

Y que bueno, lo único que se le señalaría a Durazo es que esta tomando este caso como una especie de cobija que lo cubre de todas sus omisiones al frente de la secretaria de seguridad que el representa, es decir, mientras no da resultado alguno en cuanto a seguridad, si le pone todas las ganas a buscar a quienes tuvieron alguna relación con García Luna para echarlos fuera o fincarles cargos, pero por otro lado, de sus acciones certeras en contra de la inseguridad no vemos claro, por lo que sería bueno si, que saque a los malos elementos, pero que se ponga a trabajar en serio en lo que le corresponde que es brindar seguridad a la población, pues en eso nos queda y mucho a deber y esa no es la idea…

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