No hay fecha que no se cumpla, dice el refranero popular y antes de llegar el golpe de estado lopecino, llegó el domingo 3 de noviembre, inaugurándose la temporada grande en la Monumental Plaza de Toros México, con una buena entrada, un cartel que tenía lo suyo, toros de 3 ganaderías 3 y una alternativa triunfal; festejo que vimos en la "tivi", disfrutando de un delicioso queso de tuna, faltándonos un buen trago de colonche zacatecano.

El festejo estuvo más o menos "ansina":

Alterando el orden de salida de los toros y la actuación de los alternantes, comenzaremos con el rejoneador Diego Ventura, el cual lidió a la jineta, tres toros de diferentes ganaderías: uno de Fernando de la Mora, "Bisnieto" que se movió en el ruedo, prestándose para el rejoneo, solo que el portugués, avecindado en Sevilla, pinchó con el rejón de muerte y solo escuchó aplausos por su buena monta; luego salió "Gandinguero" de Marrón, pero er bicho no se prestó para el lucimiento de Diego y sus preciosas jacas, regalando un toro que tuvo por nombre "Tábano" de San Isidro, al que a base de entrega, Ventura pudo lucir sus caballos educados a la alta escuela y como mata al primer encuentro, después de que el toro lo prendió con el hocico por la parte trasera, er lusitano logra cortar una oreja y escuchar el grito de ¡torero, torero!

Como José María Hermosillo, vestido de azul marino y oro, tomaba la alternativa de manos de Antonio Ferrera y como testigos el resto de sus alternantes, recibió al primer toro para los de a pie de nombre "De Todo Corazón", fue el tío que salvó la honrilla de la ganadería de Julián Hándam, pues el astado tuvo clase, tuvo movilidad y el hidrocálido pudo realizarse una buena faena coreado con oles por la afición capitalina y como el toricantano mata bien al primer viaje, logra cortar la primera oreja de la tarde, para ser el triunfador absoluto de los arlequines de seda y oro, en la lidia ordinaria.

Su segundo enemigo se llamó "Ley de Vida" pero de buena ley no tuvo nada y como Pepe, lo mata mal y como transcurría el tiempo de la faena, Hermosillo, escuchó el primer aviso de la temporada grande 2019-20.

Al director de la lidia Antonio Ferrera, quien se enfundó un terno verde y oro, le tocaron en suerte los toros "Recuerdo Indeleble" y "Todos Somos Uno", los cuales no se prestaron para el buen toreo del aborigen de las islas Baleares, avecindao en Extremadura, por lo que éste abandonó el ruedo de la Gran Cazuela, con el esportón y el estómago vacíos.

El segundo espada fue Leo Valadez, vestido de azul turquesa y oro, tocándole en suerte "Noble Linaje", pero lo que menos tuvo el animal fue linaje y el torero solo pudo mostrar con capote y muleta, pinceladas de su buen toreo al igual que con "Nuevos Horizontes", escuchando en ambos toros, fuerte ovación. Vale.

Barrera de sol

Por: Manolo de la Laguna

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