¿Será? Estudio afirma que el fin del mundo será noviembre del 2026
Foto: Pixabay

La fascinación de la humanidad por el fin del mundo es tan antigua como la propia civilización. Desde profecías bíblicas hasta teorías conspirativas modernas, la idea de un apocalipsis inminente ha cautivado la imaginación colectiva. Una de las predicciones más llamativas del siglo XX provino de un estudio científico liderado por Heinz von Foerster en 1960. Junto con unos colegas pronosticaron que la sobrepoblación llevaría al colapso de la civilización para el 13 de noviembre de 2026.

La idea de los expertos de Harvard sobre el fin del mundo debido al crecimiento descontrolado de la población hay que contextualizarlo con la época en que hicieron el estudio. Fue una época marcada por temores nucleares y conciencia ambiental. Sin embargo, el paso del tiempo ha demostrado que las predicciones de von Foerster eran excesivamente pesimistas.

Implicancias del estudio sobre el fin del mundo

El escenario planteado por el experto de Harvard en 1960, no se ha materializado en este siglo, y es relevante por diversas razones. En primer lugar, sirvió como una llamada de atención sobre los límites del crecimiento y la necesidad de gestionar los recursos naturales de manera sostenible. En segundo lugar, demostró la importancia de utilizar modelos matemáticos para analizar fenómenos complejos como el crecimiento poblacional y sus implicaciones para el futuro.

Las tasas de crecimiento poblacional se han desacelerado significativamente en muchas partes del mundo, y las proyecciones actuales de organismos como la ONU sugieren un crecimiento más moderado y una población global que alcanzará un pico en las próximas décadas. Es importante reconocer las limitaciones de los modelos inherentes a cualquier predicción a largo plazo. Las sociedades humanas son sistemas complejos y dinámicos, y factores como el cambio tecnológico, las políticas públicas y los eventos impredecibles pueden alterar significativamente las trayectorias proyectadas por el estudio de Harvard.

Aunque la predicción de von Foerster sobre el colapso de la civilización en 2026 no se ha cumplido, su estudio sigue siendo una valiosa lección sobre la importancia de pensar a largo plazo y de tomar decisiones informadas para garantizar la sostenibilidad del planeta. La amenaza del cambio climático, la desigualdad social y la escasez de recursos son desafíos reales que requieren soluciones urgentes. La ciencia ha demostrado que, aunque la humanidad ha logrado avances notables en la gestión de recursos y en la tecnología, la amenaza del fin del mundo persiste si no se actúa a tiempo.

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