
Monterrey.– En las últimas horas en las redes sociales usuarios han revivido el caso de una tragedia en una familia en el municipio de Escobedo, Nuevo León, después de que sus dos hijos fallecieron en 2024 supuestamente por haber consumido pollo mal cocinado en un negocio.
El caso tomó relevancia de nueva cuenta después de que los padres contaron su amarga experiencia a través del poscast Mamilliza, donde los padres contaron cómo se dieron cuenta del deceso de sus dos hijos.
Durante el podcast Rosario confirmó que fue ella quien compró los alimentos que le hicieron daño a su familia. Según lo dicho por la mujer, el día de los hechos ella debía trabajar una guardia como enfermera en Terapia Intensiva, por lo que no iba a tener tiempo para cocinarle a su familia; la madre de los menores decidió entonces pedir pollos para que sus hijos y su pareja cenaran, sin saber que esta decisión terminaría ocasionando la muerte de sus seres queridos.
Rosario y Jesús explicaron que los menores comieron varias piezas de pollo durante la cena y horas más tarde experimentaron síntomas como vómitos. El padre no pensó que fuera a ocurrir lo peor, pues aseguró que quizá habían comido de más y la situación pasaría rápido.
El padre de familia confirmó que los tres se fueron a dormir con estos síntomas y que la situación se complicó cuando Rosario regresó del trabajo al día siguiente y encontró a dos de los pequeños sin vida, con la piel azul y con aparentes signos de haberse broncoaspirado.
"Le jale su patita para voltearla y le quise dar reanimación, pero ya no se pudo. Intente dar respiración de boca a boca, pero no se podía hacer nada", alegó el padre de los menores.
En una reciente entrevista con medios nacionales, los padres afectados aseguraron que a casi un años de haber ocurrido la tragedia, la fiscalía buscó darle carpetazo al asunto, además, contaron que la investigación se armó mal, pues no integraron de manera adecuada los elementos de evidencia, con lo que contaron que las autoridades buscaron proteger al negocio.
El padre de familia contó que la fiscal no agregó a la carpeta los resultados de laboratorio que mandaron hacer de forma privada donde se evidenció la presencia de tres bacterias diferentes en los cuerpos de los menores.