Florida.- Un exempleado hackeó los servidores de Walt Disney World tras ser despedido con el fin de manipular los menús informáticos cambiando los precios, añadiendo palabras groseras y alterando las notificaciones para etiquetar erróneamente algunos artículos como seguros para personas alérgicas, asegura una denuncia penal federal.
El exempleado fue detenido la semana pasada a raíz de una investigación del FBI. Su abogado de oficio, David Haas, dijo el jueves que su cliente tenía la intención de declararse inocente una vez que se hubiera presentado una acusación formal. Mientras tanto, permanecerá en prisión al menos hasta que se lleve a cabo una audiencia para fijar la fianza la próxima semana.
En una moción solicitando su liberación, Haas dijo que su cliente había luchado con problemas de salud mental desde la infancia y actualmente estaba viendo a un psiquiatra.
“No está recibiendo ningún tipo de asesoramiento o tratamiento de salud mental en la cárcel”, dijo el abogado en la moción.
Disney dijo el jueves que no haría comentarios sobre el caso. La empresa detectó los cambios antes de que los menús fueran enviados a los restaurantes, incluida la información sobre alérgenos, la cual hubiera podido tener “consecuencias potencialmente fatales dependiendo de la gravedad de las alergias de los clientes”, según la denuncia.
Disney se vio obligada a desconectar su programa de creación de menús durante más de una semana, y la empresa afirma que los ataques le costaron al menos 150 mil dólares.
Una investigación interna de Disney concluyó que el trabajador que fue despedido el pasado mes de junio de su puesto como responsable de la producción de menús era un posible sospechoso. El despido fue “contencioso y no se consideró amistoso”, y sus responsabilidades laborales incluían la creación y publicación de menús para toda la cartera de restaurantes de la empresa, según la denuncia penal.
Sólo trabajadores en su puesto o en puestos similares “tendrían el acceso y los conocimientos para llevar a cabo los ataques”, asegura la denuncia.
El extrabajador de Disney negó haber cometido delito alguno cuando los agentes del FBI allanaron su casa el mes pasado.
