Ciudad Juárez.- La chef Ana Rosa Beltrán del Río Abundis encontró su vocación desde pequeña. Originaria del poblado de Salsipuedes, Delicias, aprendió de su madre y su abuela las recetas típicas de la región, platillos increíbles que debían llegar a los paladares del mundo, y esa ha sido su misión por más de 30 años.

Beltrán del Río contó que su familia, fundadores de la región de Delicias, contrataban personas de las comunidades indígenas para las labores de la casa, entre ellas la cocina. Ahí surgió una mezcla de técnicas e ingredientes propios que la cautivaron, y desde entonces dijo: “esto yo tengo que seguirlo, darlo a conocer… a pesar de que ellos ya no están, yo sigo llevando en alto lo que ellos me enseñaron: preservar nuestras tradiciones culinarias”.

Pero antes de dedicarse de lleno a su pasión, tuvo que terminar la licenciatura en Contaduría por recomendación de su padre, después se dedicó de lleno a la gastronomía y estudió en Puebla, Ciudad de México y Nueva York.

En sus platillos incluye los ingredientes más representativos del estado. Las combinaciones son simplemente únicas. Retoma elementos de la cocina indígena como maíz y frijol, quesos, chiles y semillas. Parte de su trabajo también lo ha dedicado al estudio y preservación de estos ingredientes, específicamente a través del programa Semillatón.

Los ingredientes,un tesoro

La chef explicó que el programa Semillatón se dedica a estudiar, clasificar y preservar todas aquellas plantas, leguminosas, frutas, verduras y demás elementos naturales de cada región.

“Somos un grupo de personas comprometidas con la conservación de nuestros recursos vegetales e ingredientes culinarios autóctonos ”, dijo Beltrán del Río.

Precisó que en Chihuahua hay 160 variedades de quelites, 390 de hongos de los cuales 50 son comestibles. En la Sierra Tarahumara hay 12 razas de maíz endémicas.

Otro de los objetivos del programa es crear un banco comunitario de semillas disponible para las comunidades indígenas y enseñarles técnicas de cultivo adecuadas, así como de captación de agua de lluvia.

El Semillatón surge por iniciativa de Edelmira Linares y Robert Bye, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde la chef se encarga de impartir talleres e investigar sobre cada uno de los ingredientes.

Además de preservar los alimentos, Ana Rosa también busca que los rarámuris conserven y transmitan sus rasgos culturales a las nuevas generaciones, pues argumenta que: “algunos se vienen a la ciudad y ya no están hablando su lengua ni usando su vestimenta, entonces estamos tratando de inculcar tanto su gastronomía, la conservación de alimentos, su vestimenta y su lengua”.

El sabor de Chihuahua por el mundo

“Un chef me dijo: tu gastronomía en México no es conocida. Considero que tú debes ser la portavoz de todo ese tesoro culinario que tienen en la Sierra Tarahumara”. Esa frase la convirtió en una misión de vida. Ha llevado por el mundo los platillos elaborados con ingredientes de Chihuahua a diversas ciudades de México, Estados Unidos y Europa.

Mi Tierra Chihuahua, un Mosaico de Sabores, es una mesa de 10 metros de largo donde presenta un menú completo con platillos de Chihuahua, bebidas, dulces típicos y postres. Esa muestra la ha llevado a Madrid, Roma, Panamá y en distintos eventos gastronómicos de México y el estado.

Ana Rosa recordó de la presentación en Madrid que había 475 medios de comunicación internacionales que reseñaron el evento gastronómico en la capital de España, donde también había propietarios y chefs de restaurantes locales.

“No tuvimos ningún comentario negativo, todos fueron positivos. Ellos explican que fue una gran experiencia probar cada uno de los ingredientes porque para ellos no son conocidos. A pesar de que casi no comen chile, fue de mucho agrado para ellos probarlos”.

Degustaron una bebida a base de pinole, receta que le heredó su abuela, conos de tortilla de maíz rellenos de machaca con chile pasado, torrejas de pinole y los tradicionales burritos de rojo. “Fue todo un éxito”, enfatizó.

El gran sabor de los platillos le ha valido a ella y a sus colaboradoras la invitación a Japón, Perú y Argentina. En México, llevó la muestra a Mérida, Morelos y, por supuesto, Chihuahua, más recientemente en la Convención Mundial del Chile donde participó como jueza de la mejor salsa y platillo tradicional.

Beltrán del Río quiere que identifiquen a Chihuahua a nivel nacional e internacional por la variedad de platillos e ingredientes exclusivos, no solo por la carne asada o los burritos. Aseguró que la cocina chihuahuense es mejor que la de Oaxaca, Michoacán y Puebla.

Honor a quien honor merece

La Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (Amexme) organizó un homenaje a la chef. Al principio ella se negaba, le daba pena, contó Patricia Hernández, presidenta de Amexme Capítulo Chihuahua.

“Ella es una persona con mucho sentido social porque ayuda a las comunidades indígenas; es comprometida, cuando se propone un proyecto lo cumple; comparte sus conocimientos… regala sus recetas”, dijo Patricia Hernández sobre Ana Rosa Beltrán.

El homenaje se realizó en el Palacio de Gobierno de la ciudad de Chihuahua. Familia, amigos, colegas, productores de la región y representantes de las comunidades indígenas se rindieron ante la mujer que se ha comprometido por difundir la gastronomía del estado grande por el mundo.

Ana Rosa siente especial agradecimiento por su esposo y sus dos hijos: “Han sido un pilar muy fuerte todos estos años, ellos me han apoyado tanto que incluso cuando mi hijo se recibió de su carrera profesional, a mí se me juntó un evento en la Sierra y no pude estar con él, me dijo: mamá, usted ya me dio las herramientas para salir adelante, vaya a cumplir con la misión que usted tiene”.

Así es como la chef ha destacado a nivel nacional e internacional; trabajando para la preservación y difusión de la gastronomía chihuahuense; impartiendo talleres, cursos y clases en universidades; colaborando en investigaciones, libros y recetarios.

Es por eso que Ana Rosa es parte de nuestro orgullo.

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