Chihuahua.- En la entidad hay 61 mantos acuíferos, de los cuales 10 están sobrexplotados. Mientras en el Estado se utilizan mil 959 millones de metros cúbicos por año de agua superficial, el 97.1% se utiliza para la agricultura.

Bajo este panorama, el problema del agua no puede ser resuelto únicamente por profesionales o representantes de instituciones. Esta situación se agudizará más, y por lo tanto, requiere de un compromiso de todos para contrarrestar la deficiencia y evitar afectaciones al desarrollo económico y social.

En ese sentido, Óscar Ibáñez Hernández, director de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), comparte los retos que han enfrentado para normalizar el servicio de agua en los rincones del Estado, además de las obras hídricas que se han desarrollado en Juárez y Chihuahua.

Años sin atención

“El Sauzal se fundó en 1926, tras una separación del ejido Zaragoza y desde entonces nunca ha tenido alcantarillado. Es la primera ocasión en que se hacen obras de este tipo… Son noticias muy importantes, porque finalmente a veces uno no se entera que la gente tiene años sin el servicio”.

En esa zona se instalaron mil 881 metros lineales de tubería, para lo que se necesitaron 15 millones 124 mil pesos. En total, se beneficiarán 517 familias con la inversión de Gobierno del Estado. “Son servicios muy valiosos que impactan la salud y la calidad de vida”, agregó el director de la JCAS.

Ibáñez Hernández, resaltó que varios sectores de El Valle de Juárez han permanecido por décadas sin servicios básicos como alumbrado, agua potable, drenaje, escuelas y clínicas. Han trabajado poco a poco para mejorar la calidad de vida en esa zona, prueba de ello es la instalación de la red de drenaje en el poblado de Loma Blanca.

Llevar agua a la Sierra, la meta

En la parte profunda de la Sierra Tarahumara se instalaron servicios de agua comunitarios. La topografía no permite la instalación de tuberías, “tienes que buscar un manantial, un lugar dónde almacenar, una bomba que no sea de electricidad, que pueda funcionar con energía solar o manualmente y distribuirla en las comunidades rarámuris”, explicó el funcionario.

En el municipio de Guachochi se beneficiaron 47 familias. “Son acciones que me motivan mucho”, dijo Ibáñez. En ese sector trabajan en conjunto con organizaciones de la sociedad civil, las cuales integran a las comunidades indígenas en diferentes actividades. El servicio de agua les permite mantener cosechas para autoconsumo.

“Es una obra que a mí me parece de mucho impacto social, esta en particular la hicimos con Comunidad y Familia A.C. Trabajamos proyectos productivos con otros organismos que trabajan en la Sierra”.

A punto de colapsar

En los últimos dos meses, en Ciudad Juárez se han registrado seis hundimientos o socavones en diversas colonias de la ciudad, la mayoría, a causa del reblandecimiento de la tierra por la filtración de agua.

Uno de los eventos que causó impacto fue el hundimiento del colector en el bulevar Juan Pablo II y calle Arizona. El socavón tenía un diámetro de 10 metros y 6.5 de profundidad. Fue la segunda vez que se abrió.

“Lo que sucede es que la tubería era de concreto, esas tuberías se instalaron a principios de los noventa, eran de concreto y esas son las que más han sufrido por el asolvamiento y porque funcionan a carga llena, que no deberían de funcionar así porque no tenemos drenaje pluvial”, dijo Óscar Ibáñez sobre este caso.

“Cuando llueve en la Sierra de Juárez viene la inundación y se botan las alcantarillas, toda esa agua se va por el drenaje y va a dar a ese colector que se desgasta”.

Ibáñez recordó que el año pasado se registraron tres hundimientos más en el mismo sector, cerca de la calle Arizona y Versalles, antes de llegar a la avenida Hermanos Escobar. Pero el gran reto fue reparar el del bulevar Juan Pablo II, “alguien me preguntaba: ¿por qué reparan ahí donde mismo?, se les va a volver a hundir, pues sí, es que ahí está pasando el drenaje y no lo podemos mandar para otro lado”.

“En términos de ingeniería es un reto, porque tienes el drenaje circulando. Es uno de los colectores más grandes… tienes metros cúbicos de agua negra donde se tiene que trabajar”. Se tardaron cerca de cinco días para repararlo, a lo que se sumó las obras de repavimentación del tramo dañado.

Más inversión para Juárez

“Nosotros tenemos contemplado hacer una cantidad muy importante de obras con recursos de la Junta de Chihuahua, Juárez y la Central… Vamos a invertir cerca de 2 mil millones de pesos”, dijo Ibáñez.

“Es muy importante, creo yo, darnos cuenta de la cantidad de obra, desde una inversión pequeña en la Sierra asociada a los usuarios, hasta inversiones enormes como la reparación de colectores, sustitución, que cuestan millones de pesos, y que sin ellos, una ciudad como Juárez no puede funcionar”.

Se espera que próximamente se instale una red morada de agua tratada, la cual se utilizará para regar los parques y jardines públicos. En la ciudad de Chihuahua ya hay fraccionamientos que emplean esta red. Para que funcionaran, se tuvo que invertir para adquirir bombas que llevaran el líquido desde las plantas tratadoras hasta los fraccionamientos.

“El año pasado se inició una inversión muy importante, poco más de 13 millones de pesos para comprar bombas y tuberías para conectar esos fraccionamientos. Se beneficiaron cerca de 20 colonias que utilizarán agua tratada para regar áreas verdes”.

El director de la JCAS dijo que antes se usaba una gran cantidad de agua potable para regar los parques, con la implementación de la red morada, esa cantidad de agua se podrá utilizar para mandarla a las líneas que abastecen a la ciudad.

“A diferencia de Chihuahua, en Juárez usamos muy poca del agua tratada para el riego, generalmente se usa para el riego de campos agrícolas en el Valle, pero se puede utilizar en la industria”.

Ibáñez, dijo que se tienen contemplados 80 millones de pesos para cimentar una red de distribución de agua tratada en Juárez, sin embargo no detalló cuándo iniciarían las obras y dónde estarían ubicadas.

Así como la dependencia hace frente al reto de distribuir agua en el estado, generar obras para el bienestar comunitario con el objetivo de proteger el recurso y desperdiciar la menor cantidad de líquido en un estado donde convergen las montañas y el desierto.

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