Ciudad Juárez.- Las emociones están presentes durante todo momento a lo largo de la vida de cada persona. Y contrario a lo que se piensa, no son ni positivas ni negativas, sino más bien se clasifican en agradables y desagradables, y cada emoción será clasificada por cada persona y estará determinada por la intensidad, situación y contexto en que se experimenta.
Es importante conocer sobre las emociones, porque cada una tiene una función relevante para el desarrollo de toda persona. Por ejemplo, el miedo se relaciona con la adaptación y supervivencia, es como un sensor que avisa cuando estamos en riesgo; la vergüenza protege contra la conducta inconveniente; la tristeza es una petición de ayuda social, y así cada una de las emociones que experimentamos.
Aunque todo el tiempo estamos regulando o manejando nuestras emociones, en realidad muy pocas veces lo hacemos de manera consciente, y esto nos puede llevar a consecuencias desagradables en cualquiera de las esferas personal, psicológica o social. Debemos aprender a controlar nuestras emociones, OJO a controlar, más no a evitar sentirlas.
PUNTOS IMPORTANTES EN LA REGULACIÓN EMOCIONAL
- Conocer mis emociones. ¿Qué emoción siento? ¿En qué situaciones o frente a qué personas? ¿Para qué estoy sintiendo esta emoción?
- Sentir la emoción. Huir de las emociones intensas puede provocar serios problemas a nuestra salud. ¿En dónde estoy sintiendo la emoción? Aceptarla como fuente para el cambio.
- Aceptar y desarrollar un estilo afectivo propio. Conocer los propios esquemas para hacer frente a situaciones vitales.
- Regulación emocional. Es importante que aparezca la emoción, pero en una intensidad moderada para trabajar con ella
a) Regulación fisiológica. Cambios en frecuencia cardiaca, respiración, etc.
b) Regulación conductual. Por ejemplo, escapar o enfrentar.
c) Regulación Cognitiva. Negación, Atención selectiva / reestructuración cognoscitiva, culpar a otros, la rumiación o la fatalización.
