El sentido del humor, hasta en los toros es bueno, díganlo si no los gritones en las plazas, tienen cada puntada, que arracan la carcajada de la afición en plena corrida y hoy, que es domingo, estamos de buen humor: ¿Señora le puedo serviri en algo? Tengo hoy en la noche una fiesta y quiero verme muy linda, jóven y esbelta, ¿me pueda ayudar en algo? ¡Claro! no vaya.

Escribimos el chistorete, sabedores de que no lo leerá ninguna feminista o algo parecido y en honor a la verdad, nos dio muina recordar quie la monujmental plaza de toros México, sigue cerrada desde el pasado 15 de marzo del año psado.

La fiesta brtava en el coso de Los Insurgentes, es una fiesta sin futuro, la politiquería y la falta de sensibilidad jurídica, cerraron de un plumazo las puertas de la plaza más grande y cómoda del mundo y si bien se recogieron treinta mil firmas de los aficionados para hacerlas llegar a las autoridades corresondientes y se vuelva abrir la gran plaza, al pareer, no ha dado resultado.

Desde luego las máximas autoridades, tanto del país como de la Ciudad de México, de inmediato, al conocer el problema, como Poncio Pilatos, se lavaron las manos y tácitamente dijeron: Arréglenselas como puedan, nosotros tenemos cosas más importanre qué atender, con eso de la transformación.

Los llamados colectivos, aunque sean minoritarios, pululan por todo el territorio nacional y se imponen a la sociedad mayoritaria y no les importa perjudicar a quien sea, con tal de salirse con la suya, apoyados por politicastros y jueces de poca monta.

Estas minorias animalistas, no pìensan, solamente embisten, parodiando a alguien y desgqrrándose las vestriduras, expresan que la fiesta brava es barbarie, no entiden ni aceptan que la barbarie no es lo que ocurre dentro de las plazas de toros, sino en las personas que se pintan con pìntura roja y se arrastran por el suelo haciéndola de toro herido y confunden la sangre de las personas, con la sangre de los animales".

Lo anterior se lo copiamos al filósofo Fernando Savater y cada quien puede interpretarlo a su libre albedrío.

Eso por un lado, por otro, nos dio gusto enterarnos que un torero contemporáneo nuesrro -como persona- o coetano si lo prefieren, llamado Rober Ryan, nacido en los Angeles, Calif. y avencidado desde hace muchos aós en Madrid, acaba de escribir un libro más de su autría y que al parecer es su biografía.

Este torero gringo duró en activo, como matador de toros, aproximadamente 2 décadas 2 y la afición mexicana, lo vio torear en varios ruedos del país; este inquieto taurino, no solamente practicó el "Arte de Cúchares", también practica, el Arte de Velázquez a través de la pintura y el arte de Cervantes, como escritor.

Enhorabuen para Robert Ryan, hombre inqieto y versátil, que ha sabido vivir la vida a su manera y por lo pronto, esta tarde nos hizo recordar nuestra juventud, él de 44, nosotros del 40. Hay la llevamos. Larga vida al gringo. Vale.

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