La lealtad que es comprada con dinero, puede ser superada con el dinero. Séneca, filósofo romano.

Una viejecita llega a la farmacia y pide una pastilla para hacer el amor y le dice la boticaria: Señora, la receta dice paracetamol. Si tú lectora (or) quieres reírte, ríete, sin pos "cuicuiri", es que andas faltos de humor, quizá sea por el confinamiento familiar, confinamiento que todavía va para largo "velis nolis" o lo que es lo mismo: Quieras o no quieras.

Ahora vamos al tema porque sigue el sainete político de Rosario, quien doblada, pero no quebrada, quiere ser testigo, de acuerdo con la ley de Herodes, de criterio de oportunidad o algo parecido y denunció a Luis Videgaray de haber malgastado el dinero que dio el nombre a la Estafa Maestra.

Y claro, el exministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores se declaró blanco palomito o lo que es lo "mesmo", inocente en el amor y que lo dicho por Chayito (para sus íntimos), es una simple y vil mentira, un sinsentido descarado y como todos, exige que le prueben los cargos.

El sainete de Rosario es de lo buenos y ella, como todo aquel que está tras las rejas, quiere salir, como en los hospitales, lo más pronto posible y la ex operadora política de Quique trata, después de más de un año de estar enchiquerada, recobrar su libertad, lo cual es muy válido, pero en veces se le olvida que su encarcelamiento, más que a la corrupción o la Estafa Maestra, se debe simplemente a una revancha política detrás de la cual están su enemiga política Dolores Padierna y el trashumante de Palacio Nacional o mejor escrito: Ustedes ya saben quién.

La defensa de la exfuncionaria federal trata de liberarla a toda costa, ojalá lo logre porque en lo personal, lo dudamos, pues cuando se enojan las comadres, salen las verdades y cuando en su momento una de ellas tiene fuero y la otra no, ¡ah! cómo está cañón lograrlo, y más cañón olvidar las rencillas políticas y personales, tanto en los batos como en las féminas.

En fin, este sainete va para largo y es otro distractor para la opinión pública y se olvide de los graves problemas que vive el país como las inundaciones en Tabasco, por orden presidencial, la delincuencia organizada o no y la pandemia, por solo citar una triada. Vale.

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