El prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila. Refranero popular.
Como dice el viejo tango gardeliano, pero ya estamos en casa en espera de un aromático café para inspirarnos en esta colaboración política, respecto una dama de nombre María Eugenia Campos Galván, mejor conocida en el bajo mundo de la política, simplemente como "la Maru o Maru".
La abogada de profesión, en las pasadas elecciones de junio, por decisión de los chihuahuenses, para dolor de cabeza de Morena, a través de su voto directo y secreto, la eligieron como la primera gobernadora del estado de Chihuahua y próximamente rendirá su protesta como tal, en esta la Mejor Frontera de México, La H. Ciudad Juárez.
Lo hará en lo que se ha dado en llamar, vaya usted a saber por qué, como la Plaza de la Mexicanidad, la cual se identifica porque tiene una X monumental, que para los juarenses, es, como dice el Credo del poeta yucateco Ricardo López Méndez, algo tiene de cruz y de calvario.
El acto será: ¿populismo o realidad? De momento no lo sabemos, lo que sí sabemos como ciudadanos es que Maru hará su primera gran inversión para traer a simpatizantes y los diputados del Congreso.
Desde luego no vamos a asistir a este acto protocolario estatal, ni tampoco le aplaudiremos a la abogada, pero lo que sí le damos, también como ciudadanos, es el beneficio de la duda, y en su cuarto año de gobierno, si es que el destino aún no nos ha alcanzado, veremos lo que haya hecho por la H. Ciudad Juárez, a la que dice amar o algo parecido y entonces sí le aplaudiremos a rabiar, porque será digna de todo nuestro respeto y admiración, que es lo que deben ganar (aparte de sus enormes emolumentos) todo tipo de gobernantes, funcionarios públicos y demás políticos, sedicentes salvadores de la patria y paladines de la justicia social.
Para terminar, le deseamos suerte a la primera gobernadora del Estado Grande, y que gaste en debida forma el dinero de los contribuyentes y no solamente los vaya a derrochar en actos políticos y populacheros, pues en Chihuahua hace falta mucha obra pública entre otra infinidad de cosas y rematamos este cierre, terminando el verso del Credo del Vate López Méndez:
"... porque el águila brava de tu escudo se divierte jugando a los volados con la vida y a veces con la muerte", como lo demuestra palpablemente en esta frontera, la delincuencia organizada, pues el concepto amloísta de abrazos no balazos, le ha dado a carta blanca a los delincuentes de cuello rojo, para que sigan humillando y aterrorizando a la sociedad juarense que, como el resto de los mexicanos, desde hace varios sexenios, vive en completo estado de indefensión. Vale.