El verdadero destructor de las libertades del pueblo, es aquél que le reparte regalos, donaciones o beneficios. Plutarco, filósofo griego.

Cuando mi voz cerca de ti escuches, piensa morena que a ti te canto... porque en el mundo no encontrará un amor como este...cómo cantábamos bien esta canción norteña, cundo andábamos de lingo-lilingo o la bailábamos en el salón Panamericano, allá por los años 70's; en fin.

Nos acordamos de esta tonadilla porque ya no hayamos, como ciudadanos de este México lingo y querido -otra tonadilla-, qué pensar con el mamotreto ese de Morena, pues ahí los individuos de ambos sexos no son capaces, o más bien, no se les permite pensar por sí solos, porque quieran o no quieran, les guste o no les guste, lo acepten o no lo acepten, Morena solo es un instrumento político de Andrés Manuel.

A estas alturas del sexenio "transformador", Morena ni siquiera es una organización social, porque su amo no lo permite, capaz de resolver los graves problemas nacionales y mucho menos gobernar, porque carece de ideología; quizá el hombre de Macuspana que "gobierna", tenga algunas ideas, pero no le han servido tampoco para gobernar con todo y su autoría del "movimiento", que sin él, no es nada, porque no existe como ente independiente.

Su dueño, como caudillo, no lo ha dejado acabar de nacer, ni le permite que acabe de morir, tiene mucho miedo de aplicarle la eutanasia política y sus corcholatas, para la sucesión presidencial, lo traen a mal traer, no haya qué hacer; Claudia, su delfina, en plena campaña populista, ya se puso una falta con la imagen de la virgen de Guadalupe, para tratar de cautivar al electorado guadalupano.

Solamente nos falta, para terminar esta colaboración, que un día de estos, el carnal Marcelo se nos aparezca disfrazado de San José y Adán el de Tabasco, vestido de Moisés, bajando de algún cerro lugareño, con los mandamientos de su señor, que por cierto vive en un palacio, sin pagar renta, ni ninguno de los servicios públicos, salvo le muestra a la nación mexicana, en una de sus mañaneras, los recibos. Vale.

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