Monserrat Peralta escribe un artículo en El Universal (17.02.20) donde da cuenta que de 2009 a 2019 se han abierto 156 expedientes de casos de pederastia en el país relacionados con la Iglesia.

De ellos, 152 son del fuero estatal y cuatro del federal. La periodista se hizo de la información por la vía de la solicitud de transparencias en procuradurías y fiscalías estatales y la Fiscalía General de la República (FGR).

Los casos incluyen pederastia, corrupción de menores, atentados al pudor, violación, acoso, abuso y hostigamiento cometidos por sacerdotes, pastores, catequistas, músicos de la iglesia e integrantes de diversas asociaciones religiosas.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reconoce que son 106 los casos de sacerdotes sobre los que hay investigación en los ministerios públicos.

En otra ocasión, la CEM ha dicho que son 271 los casos de sacerdotes pederastas en un espacio de tiempo mayor. Ese dato incluye a los Legionarios de Cristo.

La investigación señala que del total de las 156 averiguaciones solo en seis casos se han dado sentencias. Los expedientes siguen en curso.

Las averiguaciones previas y las carpetas de investigación están abiertas en Jalisco (28); Baja California (21); Veracruz (16); Ciudad de México (11) y Guanajuato (11).

En Tamaulipas (9); Durango (9); Chihuahua (7); Sonora (7); Oaxaca (6); Aguascalientes (5); Campeche (4) y en Zacatecas (4).

Dos casos en Baja California Sur, Coahuila, Michoacán, Querétaro, San Luis Potosí y Tabasco. Un caso en Morelos y Puebla. A esto hay que añadir los cuatro casos federales.

Es muy probable que el número de casos a los que hace mención Peralta a través de su investigación sean todavía más, pero estos no han llegado a las fiscalías y procuradurías.

Sin duda, llama la atención que del total de los 156 casos a los que se hace mención, solo seis hayan recibido sentencia que es menos del 5 por ciento.

La pederastia es un tema presente en la sociedad donde más del 95 por ciento de los casos se da en el seno de los hogares, de acuerdo a datos de la Unicef.

Por obvias razones llama mucho la atención los casos perpetrados por los sacerdotes, pero el problema es mucho mayor y más extendido de lo que se piensa.

Twitter: @RubenAguilar

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