Los casi 12 millones de documentos filtrados en este nuevo capítulo denominado Pandora Papers no solo muestran la riqueza exorbitante de algunos de los hombres y mujeres más ricos del mundo, sino también abren la cortina que nos permite ver cómo opera el sistema capitalista detrás del telón.

Queda claro que la mano invisible a la que hacía referencia Adam Smith, es en el mejor de los casos, un muñón que nunca ha podido percibirse en el terreno de los hechos.

Lo que estos documentos revelan en resumidas cuentas, es el modus operandi a través del cual, los grandes empresarios y políticos, evaden impuestos y esconden recursos provenientes de actos de corrupción o prebendas políticas.

Según datos del Consorcio Internacional de Periodistas de investigación (ICIJ) dentro de esta lista hay información de 3 mil mexicanos que trasladan recursos opacos a empresas extranjeras ficticias (jurisdicciones offshore) para dejarlas fuera del radar de la autoridad fiscal.

Es un hecho que a nadie nos complace pagar impuestos, no obstante, la mayor tasa de contribuyentes se encuentran de forma cautiva en la clase media, ya que entre la informalidad, la corrupción de la clase política y este tipo de evasiones, se diluye la posibilidad de disponer de los recursos suficientes para que el Estado garantice condiciones de equidad e igualdad de oportunidades.

Muchos de los mexicanos señalados por estas filtraciones, se escudan manifestando que todo está dentro del espectro de la legalidad. Sin embargo, aprovechar las lagunas de la Ley para beneficio propio y perjuicio de lo demás, es un acto de injusticia y en el caso de nuestro desigual país, también de Inhumanidad.

Dicho lo anterior, se puede pensar que si para un empresario debe ser vergonzoso estar inscritos en estos actos de latrocinio permitido, para un servidor público debe representar la muerte de su carrera política, ya que además de atentar contra el pueblo de manera indirecta, afecta a las instituciones y al sistema que representa de forma directa.

En las listas destacan miembros de la autodenominada Cuarta Transformación, Sí, los mismos que en el discurso están comprometidos con la renovación moral del país; Julio Scherer, ex Consejero Jurídico del presidente, el actual Secretario de Comunicaciones y Transportes; Jorge Arganiz -que dicho sea de paso es por donde se erogan las mayores sumas de dinero en el gobierno- también la pareja del impresentable Director de CFE; Manual Bartlett Díaz y el Senador de la República por morena; Armando Guadiana.

En su libro “El mirreynato”, el periodista mexicano Ricardo Raphael, construye una metáfora de las clases sociales en México, aludiendo a un edificio habitacional de diez pisos, donde los más ricos se encuentran en el pent-house y la mayoría aspira a vivir con los beneficios del nueve y ocho (porque el diez ni lo conocen), pero el apellido, los ingresos monetarios o la región geográfica, definen la planta donde vivirá cada persona.

De esta manera, los habitantes de las plantas bajas jamás podrán subir de nivel, mientras que los de pisos altos ignoran la realidad imperante en el resto del edificio: inseguridad social, falta de educación, pobreza y delincuencia. La metáfora concluye como principal causa de esa problemática; que el elevador del edificio está descompuesto.

Esa es la razón principal por la que 74 de cada 100 mexicanos que nacen en pobreza no logran salir de ella1, y no es porque “no quieran” o porque sean “huevones” (esos están en todos lados), sino porque precisamente la movilidad social en nuestro país está impedida por la inercia de gobiernos corruptos y porque quienes viven en el pent-house, evaden su responsabilidad con el país en donde generan su riqueza.

De acuerdo con el Tax Justice Network2, los paraísos fiscales le arrebatan a México la posibilidad de recaudar más de 16 mil millones de pesos cada año, lo que representa la mitad del presupuesto que, por ejemplo, el Estado de Durango tiene para atender a casi dos millones de habitantes.

En definitiva, los Pandora Papers no solo nos hablan de las causas y el destino de la riqueza en el mundo, sino también y más importante; del origen de la desigualdad y de la miseria.

1. Datos del Centro de Estudios Espinoza Yglesias

2. Reporte 2020

@jorgeivand

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