El desperdicio de recursos materiales, agua, energía, suelo y biodiversidad, provocados por prácticas de producción y consumo lineales, ha traído consigo no solo pérdidas considerables del patrimonio de la humanidad y problemas graves de contaminación ambiental asociados al cambio climático y a los fenómenos que lo acompañan, sino la pobreza de grandes núcleos de la población, situaciones de hambre, el desempleo o empleo informal, entre otros problemas a erradicar.

Contrario a lo anterior, la adopción de los principios y prácticas de economía circular, están encaminados a eliminar residuos y contaminación desde el diseño de los productos de consumo, alargar la vida de los productos y materiales manteniéndolos en uso y regenerar los sistemas naturales.

De manera que, desde los hogares, las escuelas, las oficinas, los comercios, los establecimientos industriales y de servicios, las actividades agropecuarias, forestales y pesqueras, entre otros, podemos adoptar medidas que nos lleven a lograr un consumo responsable de los materiales, agua y energía, así como a la protección y regeneración de los suelos y la biodiversidad.

En diversos países del mundo, al igual que en México y en el estado de Chihuahua, el interés en practicar la economía circular ha llevado a establecer políticas, a formular leyes, planes, programas y estrategias para impulsarla; lo que también se busca lograr en el municipio de Juárez como un todo y en su cabecera municipal Ciudad Juárez, con una amplia participación ciudadana informada y organizada.

Con este último propósito, el tema de la economía circular se encuentra en el centro de la atención de instituciones educativas, organizaciones empresariales, dependencias gubernamentales y grupos de la sociedad civil interesados en contribuir al tránsito del municipio de Juárez hacia una economía circular.

Gracias a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) los ciudadanos en general y los demás grupos de interés citados, pueden acceder a publicaciones, cursos y conferencias que les faciliten la adopción de prácticas de economía circular en los ámbitos particulares en los que se desenvuelven; en beneficio de su salud y bienestar, así como con la mejora de su entorno.

Igualmente importante, es el establecimiento de alianzas, redes y clubes entre quienes buscan acelerar el tránsito hacia la economía circular de manera organizada y coordinada.


[1] Para mayor información consultar las páginas: www.cristinacortinas.org y www.fundacionccortinas.org

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