Como ya lo he mencionado en anteriores ocasiones, hay temas que nada los puede cubrir, es decir; no hay rifa de avión sin avión; no hay cheque de dos millones de pesos, que quien sabe de donde salieron; no hay expresiones coloquiales de niño chiple; ¡vaya! ni siquiera hay detención de Lozoya Austin que valga, por muchos que sean los temas de corrupción en que este metido este personaje. Ello se debe a que son cuestiones básicas que no obedecen a simpatías o fobias políticas; y es que ¿quién puede creerle a las autoridades federales cuando afirman una y otra vez que ya los medicamentos e insumos de las clínicas y hospitales públicos se están dotando de forma regular, que no hay desabasto?, cuando los pacientes en las clínicas y hospitales, se impacientan ante la falta de dotación de los fármacos necesarios para su tratamiento o la espera de meses para recibir una cirugía que les urge, debido a la sobresaturación y la carencia de material quirúrgico básico para llevar a cabo tales intervenciones.

Lo malo es que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, pretende a toda costa y con simples palabras, que se las lleva el viento, hacer creer a la opinión pública que ya se acabó el problema del desabasto de medicinas.

Cierto; la corrupción en todo el proceso de compra, distribución y entrega de fármacos, resulta sumamente complicado desbaratarlo en poco tiempo, solo que ya van 14 meses de la Cuarta Transformación y no se ve que ni siquiera un pequeño porcentaje este resuelto. Pero la exigencia es por lo dicho por el propio mandatario, antes de serlo, esto es, durante su campaña y actualmente, en cada ocasión que se le cuestiona afirma que eso fue en el pasado, pero que ya se resolvió y muy molesto hasta se da el lujo de desacreditar a quien lo cuestiona en contrario, lo malo para AMLO, es que la realidad es muy terca y se impone por encima de todas las cortinas de humo por densas que sean, sobre todo porque se refieren a temas que le duelen a la población como la salud.

Como ya lo he dicho antes; quien está sano y por ende no ha acudido en meses a un hospital público, bien se puede conformar con lo que le digan y hasta justificar la tardanza en la entrega de las medicinas, pero quien padece una enfermedad, ve las cosas de forma muy distinta y más cuando el tratamiento que recibe es básico para mantenerse con vida o que le permite tener mejor calidad de vida dentro de lo que cabe, y aquí no se vale eso de que el tema ya aburrió, ya que no sabemos cuándo vamos a necesitar de esa atención médica y por lo mismo nos conviene que efectivamente se resuelva, no solo por nosotros sino principalmente por nuestros seres queridos.

Y aquí en ciudad Juárez, también ya se dieron los primeros reclamos y no se trata de pacientes sino de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social de la clínica 6, quienes se quejaron de la falta de insumos y de equipo actualizado para brindar atención a los pacientes, y son artículos tan básicos como jeringas, pañales y en cuestión de equipamiento, de monitores adecuados para supervisar a los pacientes.

Y es que estos trabajadores son quienes tienen que dar la cara frente a los derechohabientes, mismos que esperan recibir la atención médica correspondiente, y no es que el personal no quiera brindárselos, sino que simplemente no tienen el equipo, el instrumental, o al menos lo más básico para cumplir con su trabajo; por lo mismo advirtieron que si no se solucionan las carencias pasarán al paro de labores y la misma situación ocurre en todas las clínicas del IMSS. Es urgente que esta administración se deje de quejas de gobiernos pasados y se ponga a trabajar, como que ya 14 meses es tiempo razonable para dar los primeros resultados, al menos esa es la idea…

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