La temporada taurina española, ya se inició, allá no pierden el tiempo y en este renglón, lo aprovechan lo mejor posible, pues también los españoles entienden o saben, como lo gringos, que el tiempo es dinero y como andan los aranceles Trumpianos en el mundo, el horno no está para bollos y lo mejor es que... al mal tiempo, buena cara.

Tocamos lo de la publicidad, por un torero de todos nuestros respetos, pero que no ha acabado de convencernos con su toreo, pues una pincelada no hace una obra de arte; este torero tiene su afición que se le entrega cuando, en su toreo, hay un destello o chispazo de arte; no obstante ser sevillano, por la región donde de nació, es serio, carece, para nosotros, de alegría, de pinturería, de la gracia sevillana, tan característica en la región.

Este torero nos da la impresión, que le gusta mucho el marketing, le gusta mucho la publicidad y se promociona de una y mil maneras; vamos a escribir, lo que para muchos taurinos y eruditos del "Arre de Cúchares", será una blasfemia, pero nuestro ronco pecho no es bodega y Morante, desde "endenantes", nos da la impresión de que es al toreo, lo que "El Canelo", lo es al box, vencen, pero no convencen.

Indudablemente que Morante de la Puebla, tiene lo suyo, pero quisiéramos verle ese duende que distingue a todos los toreros, sobre todo a las figuras, a las que llenan las plazas de toros una tarde sí y otra también; a este torero, siempre lo hemos notado muy ambivalente, su actitud, como persona, es muy variable, de repente se va, se esconde, se pierde y luego resurge como el "Ave Fénix".

Y su afición lo sigue y hasta sus contrarios, pero algo le sucede a este buen torero; veremos con qué nos sorprende el de La Puebla del Rio, en este temporada hispana, donde, sin duda alguna, estará en todas las ferias taurinas más importantes de España. Vale.

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