Hay un refrán que reza “no soy monedita de oro para caerle bien a todos”, esto se refiere a que es imposible que toda la gente sienta simpatía por alguien en especial, por más amable que sea y lo bien que se comporte. También puede ser que una persona que para algunos sea de lo más agradable para otros resulte intragable, como diríamos de forma coloquial.
Pero también, en ocasiones, no se trata de simpatías sino de formas de trabajar o administrar una demarcación, trátese de municipios, estados o países enteros, es así, como en Estados Unidos y según una reciente encuesta, el 60% de los consultados afirman que Donal Trump, no merece ser reelecto, pero obviamente que esta la contra parte que opina lo contrario y una pequeña porción se mantiene al margen de dar su comentario.
En nuestro país pasa algo similar, según distintas encuestas incluida Consulta Mitofsky, el actual mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador, permanece con un alto nivel de aprobación y hablan de 63.2%, es decir, más de la mitad de la población mantiene la esperanza de que las cosas cambien, y digo esperan porque la realidad nos indica que ese cambio todavía está en veremos, pues seguimos con altísimos niveles de inseguridad, muchos delitos continúan impunes; y todo parece indicar que así seguirá, excepto algunos casos y curiosamente son los relacionados al tema político, porque de otro tipo no ocurre nada y esto se comprueba fácilmente, pues los robos a casa habitación, de automóvil, ambos con o sin violencia, los asesinatos, las violaciones, el hostigamiento hacia las mujeres, los robos a comercio, las extorsiones, entre muchas otros delitos que se siguen presentando sin el menor asomo de que comiencen a disminuir.
Pero lo anterior viene a cuento porque, por un lado, esta una buena parte de la población que sigue firme apostándole a López Obrador, pese a que la evidencia indica que nada ha cambiado y en algunos casos, la situación ha empeorado, por ejemplo, la dotación de medicinas, la entrega de libros de texto gratuito, el pago a los pasantes de medicina quienes llevan a cabo sus internados en los hospitales, las becas al desempeño por parte de estudiantes de alto nivel, el apoyo a los deportistas de alto rendimiento, la cacería de brujas que está haciendo en contra del contribuyente cautivo, y lo anterior solo por poner algunas muestras y pese a todo lo mencionado, mucha gente sigue apoyando al nuevo gobernante, pero también hay otras opiniones y por supuesto que también tienen derecho a manifestarlo.
Es por ello que se integró un grupo de gente que no está muy conforme con la forma en que se está conduciendo a México, según los organizadores no hay partidos políticos metidos en el mencionado movimiento. Se trata de una movilización ciudadana, denominada, Congreso Nacional Ciudadano.
La nota que se destaca sobre la manifestación de gente en contra de AMLO y de Luis Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, ocurrió precisamente en esa entidad, pero no solo ahí, sino que en nuestra ciudad también, claro no fue un gran contingente, pero el hecho de que salgan a manifestar su descontento ya indica el nivel de descontento que tienen estas personas, quienes sobre todo reclaman temas como; seguridad, educación, empleo, economía, entre otros y por lo mismo piden la salida del ejecutivo federal y del gobernante poblano.
Sobre todo lo que se debe resaltar es que, que en nuestro país existe libertad de expresión y de pensamiento, por lo mismo, el que no se comparta una opinión política o de cualquier otra índole, tampoco debería implicar que se genere divisionismo entre la población, pues al final de cuentas todos somos mexicanos, mientras que las filias y las fobias deberían ser tratadas muy aparte de las relaciones personales, ya que debemos recordar que los políticos, pese a que en algún momento se insultan y calumnian públicamente, si en otro momento les conviene unirse, lo harán olvidando completamente las supuestas diferencias, mientras que la población en general se polariza sin necesidad y esa no es la idea…