Lance de capote

No hubo corrida televisada desde Aguascalientes, así que vamos a escribirles sobre 2 toreros 2, uno creador y otro "poeta"; el primero hispano, el segundo mexicano; ambos, en su momento, lograron grandes faenas, grandes tardes de gloria, según lo atestigua la historia del "Arte de Cúchares".

El torero peninsular, fue el primer Califa del Toreo, se llamó Rafael Molina Sánchez, a quienes apodaron "Lagartijo" y fue el creador de un lance de capote que se bautizó como larga cordobesa, que ejecutada en una tarde, por el mexicano Alfonso Ramírez, "El Calesero" a quien también se le llamó "El Poeta del Toreo", paró a la plaza, por la belleza y torería del lance.

Al parecer nadie de los toreros de antaño y ogaño, ha vuelto a ejecutar con tal belleza, este lance capotero, que al "Calesero" le diera de comer durante seis años, según el anecdotario, lo cual sucedió, a groso modo, así.

El domingo anterior, Alfonso había tenido una pésima tarde, no apareció el Poeta del Toreo por ningún lado y aún así, fue repetido el siguiente domingo: antes de la corrida, por la mañana, "Calesero" fue a lustrarse el calzado y el aseador le reprochó acremente su actuación, sorprendido el coleta, le preguntó por qué le hablas así.

El aseador de calzado le respondió: sabes cuantas boleadas tengo que dar para comprar un boleto e ir a verte a que te tires de cabeza al callejón; el matador no le dijo nada y le entregó boletos para que esa tarde fuera a verlo nuevamente torear.

Así lo hizo el lustrador de calzado y cuando el torero del barrio de Triana de Aguascalientes, después de haber ejcutado la soberbia larga cordobesa que le dio de comer seis años, al tener ya localizado dónde estaba el bolero, fue hasta él y le brindó la muerte de "Campanillero" y al regresarle la montera al matador, le colocó un papel qe al leerlo el trianero, decía: Vale por todas las boleadas que necesite en su vida mestro y serán gratis.

Así lo describe el anecdotario. Vale.