La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido. Friedrich Nietzsche, filósofo alemán.

El mundo siendo mundo, no me podrá vencer, si caben cinco letras, muy grande no ha de ser; eso según una canción del siglo pasad; lo cierto es que el mundo, desde que es mundo siempre ha sido convulsivo, siendo la guerra el común denominador.

Si abrimos la Biblia en el Génesis, de inmediato vemos que David, con una honda, atizó un santo pedradon a Goliat en la frente, que lo hizo caer de bruces, muerto y que Caín, por celos, mató a su hermano Abel, ambos hijos de Adán y Eva y aquí surge el primer misterio de la vida, pues si sólo quedó vivo un varón, como se multiplicó la humanidad y aquí nos acordamos de otra canción: Con solo barro los formó, les dio la forma correcta...y así fue que la creación, llegó a su culminación. En fin.

Lo cierto que desde que el hombre apareció sobre la faz de la tierra, la guerra ha sido el común denominador, mientras que la Paz, esa simbólica palomita con una rama de laurel en el pico, hasta el día de hoy, sigue siendo una quimera y allí está Putin, destrozando a Ucrania, mientras que Líbano, Palestina, Irán y los terroristas a quienes protegen, por Alá el misericordioso, quieren desaparecer al Estado de Israel, como si en ese pedazo de tierra no vivieran seremos humanos como ellos.

Eso por un lado, por otro, la guerra política es otra calamidad de los pueblos del mundo, que nunca termina y México, este país independiente, libre y soberano, no podía ser la excepción estando pegadito al Coloso del Norte y ya el gobierno norteamericano llamó al país del "Cuerno de la Abundancia" para unos cuantos, su adversario, por su laxa lucha contra el narcotráfico o el crímen organizado y su producción de fentanilo, lo cual hace que a la Jefa del Ejecutivo Federal, se le pongan los pelos de punta y pierda la serenidad.

Y como si lo anterior fuera poco, el mismo gobierno del Tío Sam,

que no se anda por las ramas, acaba de darle un fuerte "madrazo" a las instituciones bancarias nacionales, al señalar a dos bancos y una casa de bolsa, de lavar dinero del narcotráfico, lo que hizo, ahora sí, que le estallara la cabeza a Doña Claudia, para exigirle de viva voz a su igual gringo, pruebas, pruebas y más pruebas.

Cuanta estupidez bélica y política existe en este mundo traidor y apenas vamos en la terminación del primer cuarto del siglo XXI. Vale.

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