P A L I T R O Q U E S

INSTRUMENTO LEGAL

Una dictadura es un régimen en el que la gente recita en lugar de pensar. Ignazio Silone, escritor italiano.

Cómo da de qué hablar el hombre de Macuspana, ahora inquilino de palacio nacional; se mete en cada problema porque no puede ver más allá de la punta de su nariz, él vive en el pasado, no le importa el futuro, se siente feliz, feliz, feliz, como demagogo, como camorrista, como agitador con aspiraciones de dictador.

Desgraciadamente para Andrés, su mayor problema en su sexenio, como amante irredento del poder, es encontrar un instrumento legal, para imponer un nuevo sistema electoral y evitar a toda costa, cueste lo que cueste, que no haya alternancia política en el 2024, establecer una dictadura perfecta II, como la que instauró el partido que lo parió políticamente, el P R I.

Gene que le ha permitido realizar su movimiento de cuarta, quedarse con el poder y si lo conserva dentro de los próximos 50 o 60 años, qué mejor, pues llegar al amor de su vida o sea, al poder a través de una árdua lucha y perderlo en seis años ¡ozú!, ni Dios lo quiera.

AMLO como presidente, de inmediato entendió que gobernar a un México Bárbaro, a un México semisalvaje, no era lo suyo, para el importa su sed de poder, satisfacer su EGO, que en la pasada marcha de los diez mil, se lo hirieron profundamente, sin entender esos marchistas que el EGO del Diamentis, perdón "El Diamante", está por encima de todo y de todos.

Quienes han leído el manual del populista, dicen que en su parte relativa se leé: Para contrarrestar los efectos de una megamarcha promovida por los enemigos o adversarios, es necesario organizar "ipso facto", otra igual o de mayor relevancia, para contrarrestar los efectos de la primera.

Quizá por eso, el Jefe hará su marcha y saldrán a las calles, según su decir, muchos millones de mexicanos, para demostrarles a Tirios y Troyanos, cómo se manipula a la masa, a la muchedumbre, a la indiada, a la gleba o lo que es lo mismo, al pueblo bueno y sabio que lo ama y lo protege; lo que no ha dicho el Viejo, es si su marcha se llamará del bienestar o simplemente de la simulación.

Afortunadamente los viejos rabos verdes o no, ya marchamos desde hace muchos años, sólo estaremos pendiente en la tele de lo que pase el domingo 27, deseándole, eso sí, una larga vida al "amado líder". Vale.

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