Al presidente López Obrador la casa de los Pinos le pareció pequeña y decidió cambiar la residencia oficial a Palacio Nacional, que fue por 300 años el lugar de habitación de los virreyes de la Nueva España.

El pasado lunes dijo que en los próximos días se traslada a vivir a Palacio Nacional. El lugar de vivienda está en el área sur del edificio donde se ha acondicionado el espacio para que habiten él, su esposa y su hijo pequeño.

En la presidencia de Calderón Hinojosa se adecuó este espacio con una recámara, sala, comedor y cocina, para ser utilizado en casos de emergencia. En los hechos esto nunca sucedió.

Ahora ese lugar se ha ampliado y para eso se aprovecharon oficinas y salas de juntas que antes utilizaba el Estado Mayor Presidencial, institución que fue eliminada por el presidente.

La nueva vivienda presidencial, enmarcada por el conjunto del Palacio Nacional, está en el tercer piso y sus ventanas dan a la calle de Corregidora.

Desde 1970, el ala presidencial del Palacio Nacional está cerrada y no se puede visitar. De este espacio, donde se encuentra la oficina del presidente, sólo el Patio de Honor se ha utilizado para realizar eventos públicos.

El ahora Palacio Nacional, antes Palacio Virreinal, fue construido en el corazón de la capital de la Nueva España. Se diseñó como el centro del poder político virreinal que se imponía al poder de los emperadores aztecas.

Después de la Independencia fue ocupado por los nuevos gobernantes. El último presidente que lo habitó fue Porfirio Díaz que en 1880 trasladó la residencia al Castillo de Chapultepec.

Y el último presidente que despachó aquí fue Díaz Ordaz (1964-1979). A partir de entonces todos los otros presidentes lo hicieron desde Los Pinos donde también tenían su residencia.

El presidente vuelve a los tiempos de Porfirio Díaz, el último presidente que vivió y despachó en Palacio Nacional, donde también lo hizo Benito Juárez al que el pretende emular.

Los salones y galerías son los propios de un palacio que a lo largo de los siglos se ha enriquecido con obras de arte y mobiliario de diferentes épocas.

Hasta ahora presidencia de la República no ha dicho que va a pasar con los museos y recintos culturales que se alojan ahí y desde hace muchos años han estado abiertos al público.

En la campaña presidencial de 2006, el candidato López Obrador dijo en diversas ocasiones que si ganaba se iría a vivir a Palacio Nacional. Ahora cumple ese deseo.

El presidente va a vivir y despachar donde lo hizo el presidente Juárez y también los 63 virreyes que tuvo la Nueva España, el primero Antonio de Mendoza (1535-1550) y el último Juan O’Donojú (1821).

Rubén Aguilar Valenzuela

Twitter: @RubenAguilar

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