Después de pasar largas noches de insomnio: ¡Aleluya! Se salvó la dignidad nacional y ya podemos dormir nuevamente tranquilos; las armas diplomáticas de México, se han cubierto de gloria, parafraseando aquel lejano 5 de mayo poblano; pero eso es política y al diablo con ella, eso es para los vividores del pueblo sin importar las siglas; mejor vamos a entrarle a lo nuestro, al toro, así haya un "impasse" taurino a lo largo y ancho del país de la 4T.

Hace muchos años, Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino ¡Uf! (tuvimos que recurrir a nuestro libro autores y compositores de México), mejor conocido lisa y llanamente como Agustín Lara, compuso en el género musical del paso doble, dos joyas musicales, como se darán cuenta si nos hacen el gran favor de seguirnos leyendo.

Ahora, amiga (o) aficionada (do), vayamos a lo taurino que son nuestros meros moles aunque no lo crean, porque nos vamos a referir, no a las joyas musicales latinas, sino a dos joyas del toreo universal que en su momento, hicieron furor en los rudos de allá y de acá, en er pasao siglo XX, esperando que los doctos en la materia, nos den la razón, en estos tiempos de reconciliación y dignidad nacional.

La primera joya del toreo a la que nos referiremos y no por riguroso orden de antigüedad, es a Silverio Pérez, Er Faraón de Texcoco, al Tormento de las mujeres, quizá por lo feo, pues no era nada apuesto Er Compadre, a quien Er Músico Poeta, también calificó como "Diamante del Redondel". Primera joya.

La segunda, es un torero nacido en España, a principios de los novecientos, claro que no lo vimos torear, porque todavía no habíamos nacido, pero nuestros libros taurinos nos dicen que fue un torero intelectual, aristócrata, poderoso, de una muleta excepcional y todo un don cañón a la hora de matar, pues dejaba "La Colada" en todo lo alto, llegando con la mano ar pelo; maestro de los ruedos que nunca se retiró, lidiando su última res, en 1954 en la feria del Pilar en Zaragoza.

En los documentales taurinos que con cierta frecuencia vemos en casa por las tardes para no aburrirnos, nuestro personaje tanto vestido de luces como en los tentaderos, instrumentaba unos trincherazos que son auténticas pinceladas de arte, que no los hemos visto en ningún otro torero español y sin menoscabo de los que pegaba El Monarca del Trincherazo, Torero Torerazo, Azteca y Español, Silverio Pérez.Nos referimos, desde luego "Ar Diamante de Borox" pueblecillo de Castilla-La Mancha, al que visitamos por penúltima vez hace 3 años 3. Su nombre: Domingo López Ortega; sin embargo Ortega, no despertó pasiones en los tendidos y cuenta la anécdota que una tarde, un aficionado desesperao le gritó: Domingo a domingo, eres er mismo Domingo. Vale.

Barrera de sol

Manolo de la Laguna

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