Muchas veces se ha mencionado que el discurso del presidente, Andrés Manuel López Obrador, polariza al país, dividiendo a los mexicanos entre chairos y fifís, o pueblo bueno y pirrurris, lo que en nada ayuda a tener una sociedad en paz, pues eso provoca discusiones estériles que lo único que dan como resultado son pleitos entre amigos y familiares; y esa polarización la lleva a cabo el mandatario, en todo momento que puede y ahora lo está haciendo con una protesta con la que las mujeres pretenden presionar más a las autoridades para que hagan su trabajo en el combate a las agresiones en su contra, pero parece que eso no le gustó al ejecutivo quien ya etiquetó el paro nacional de mujeres #UnDíaSinNosotras convocado para el 9 de marzo, como una iniciativa de los conservadores o de los de la derecha, así lo aseguró y agregó que algunos partidos políticos están metidos, pero según él, por respeto, no los dio a conocer, nada más que ya con su decir seguramente habrá mujeres que cambien de opinión, solo porque al señor presidente se le ocurrió que todo se trata de una acción de sus adversarios, incluso su señora esposa, Beatriz Gutiérrez de López, quien primero había dicho que apoyaba este movimiento, dijo que siempre no, e incluso creó otra convocatoria pero en contra, es decir, que las mujeres en lugar de no asistir a sus labores cotidianas; como trabajar, llevar hijos a la escuela, hacer compras, estudiar, acudir a eventos o cualquier otra actividad; que tengan un día completamente normal, con lo que seguramente López Obrador se sentirá feliz, pues eso no le complica para nada su inicio de semana, ni la del país en general, por lo que no será evidente la importantísima labor que hacen todos los días las mujeres; y yo preguntaría, ¿el no hacer nada, será una protesta que dé resultados?, seguramente que no, pero es una forma que al mandatario le si le agrada.

Es necesario decir que el legítimo reclamo de las mujeres a una vida libre de acoso, violencia y agresiones; quien le esta poniendo el ingrediente político es el propio AMLO y todo porque él cree que sus adversarios están detrás de esta forma de protesta, la cual, en realidad, está en contra de todos los niveles de autoridad, pues hay que recordar que la seguridad de las mujeres y en general de la población, les corresponde a los tres niveles de gobierno y no solo al federal, por lo que de ser una cuestión política les pegaría a las autoridades, desde el municipal, estatal y por supuesto el federal.

De plano para el primer mandatario del país, lo único que le interesa es cuidar su imagen y en esa protección no le importa descarrilar una protesta totalmente justificada de las mujeres, pues los últimos feminicidios, con el altísimo nivel de violencia con los que fueron cometidos, solo confirma que urge que se haga algo, ya que está visto que pese a las reuniones de seguridad que todos los días tiene el presidente con su gabinete, no han podido, ya no digamos solucionar, sino simplemente frenar el crecimiento, no solo del feminicidio, sino de todos las agresiones a la población, cosa en la que han fracasado, y lo que es más lamentable es que el mandatario se muestre más sensible ante los delincuentes que hacia las mujeres, pues lo que sí dijo y con todas sus letras, es que los delincuentes son personas que merecen que se les respeten sus derechos.

Es tanta la fuerza y legitimidad de la protesta que hasta la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, se sumaron, pero como ya AMLO le dijo “fuchi caca” al #UnDíaSinMujeres, lo hacen a título personal y tomando todas las precauciones políticas que pueden, para no molestar al señor presidente y esa no es la idea…

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