Un elemento importante para entender la gestión del gobierno que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) es su idea de que la 4T es una “hermandad” a la manera de las cofradías religiosas y los grupos de la mafia.
El pasado 24 de septiembre, la ahora presidenta de México, en una intervención pública, comentó la gira de cuatro meses que hizo acompañando al presidente López Obrador a las 32 entidades federativas, después de su victoria, el 2 de junio.
La gira fue una muy larga despedida del presidente y al mismo tiempo una transmisión del poder simbólico y aparentemente real, habrá que ver la dimensión del maximato, a su discípula predilecta. Y también un espacio para los elogios mutuos.
Ella expuso estar impresionada al ver la manera tan emotiva que el pueblo se relacionaba con él: “Esto es algo inexplicable. Le decía al presidente que esto es muy emotivo y me dijo: es que es una hermandad, hermandad construida, una gran hermandad”.
Y añadió que el presidente le dijo: “Le puedo decir que somos una hermandad, una hermandad que se construye y que se ha construido a lo largo de estos años de lucha y que se va a seguir construyendo con el segundo piso de la cuarta transformación”.
El presidente al hablar, en la inauguración de la Cuarta Sesión del Bosque de Chapultepec, le expresó: “Ya nada más lo que dijo nuestra presidenta, es una emoción, una dicha estar aquí reunido con todas y todos ustedes y que, en efecto, formamos parte de una hermandad”.
Y añadió, que “estar aquí amigas y amigos muy queridos que desde hace mucho tiempo han estado participando, luchando por lograr la transformación de nuestro país. Y hemos logrado entre todos, desde abajo, llevar a cabo esta primera etapa de la transformación”.
“Se han centrado las bases de transformación y es también muy satisfactorio el que la continuidad con cambio va a estar a cargo de una mujer excepcional”, afirmó el presidente.
Y siguió “tocó la dicha a nuestro país que este relevo se dé en las mejores condiciones, inmejorables, porque imaginemos, que después de haber iniciado este proceso, tocó madera, fuese otra la situación. Lo voy a decir: Dios existe”.
Sheinbaum y López Obrador entienden que la 4T es una hermandad, no un proyecto político o un movimiento social, sino algo todavía mayor que es una verdadera y “gran hermandad”. Las hermandades se rigen por reglas internas estrictas, que suelen ser secretas, y tienden a excluir a los que no pertenecen a ellas.
El Diccionario de la Lengua Española, propone ocho maneras de entender la palabra hermandad. Aquí transcribo tres: “Amistad íntima, unión de voluntades”; “Cofradía o congregación de devotos”; “Fraternidad, liga, alianza o confederación entre varias personas”.
¿Cuál será la definición que propone la presidenta y cuál la de López Obrador? ¿Es la misma? ¿Hace relación a un grupo cerrado, a una cofradía, que congrega a devotos? ¿Devotos a quién? En los próximos meses vamos a saber cómo Sheinbaum define, por la vía de los hechos, la palabra hermandad. De ella se derivan actitudes y acciones de gobierno.
@RubenAguilar
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